El Hospital Universitario del Sureste ha colocado con éxito una prótesis osteointegrada, mediante implante de titanio en el cráneo, de conducción vía ósea, denominado por sus siglas en inglés BAHA (Bone Anchored Hearing Aid). Se trata de un procesador de sonido anclado a un implante de titanio que se fija al cráneo y que permite la audición por una estimulación directa del hueso. Sobre ese implante, y ya de forma externa, se coloca un audífono especial que recoge el sonido del ambiente y lo transmite a través del hueso hasta el oído interno. Una vez situado en la cavidad, la intensidad de la audición la controla directamente el paciente a través de su móvil.
Ésta es la segunda prótesis de estas características que implanta el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario del Sureste, que dirige el Dr. Jesús Martínez Salazar. En ambos casos los resultados han sido un completo éxito, ya que no solo se ha mejorado la audición de los pacientes, sino su calidad de vida.
El paciente recientemente intervenido presentaba una otoesclerosis bilateral. Fue intervenido de estapedectomía del oído izquierdo en 1984 con buen resultado funcional. Dicha enfermedad provocó una pérdida de audición progresiva del oído medio y, en menor medida, del oído interno.
Desde el año 2010 se le ha revisado en el servicio de ORL del Hospital Universitario del Sureste por presentar un empeoramiento de la audición bilateral que progresaba lentamente. Actualmente el paciente presentaba una hipoacusia severa del oído derecho y profunda del oído izquierdo, pero con el oído interno relativamente conservado.
La intervención es una técnica muy similar a la que se realiza en odontología para la implantación de piezas dentales. Se trata de colocar prótesis osteointegradas, mediante implante de titanio, y con una conducción de la vía ósea. Estas prótesis están indicadas en pacientes con hipoacusia unilateral o bilateral, de transmisión o mixta, pero con vía ósea conservada. Están pensadas para personas que son incapaces de utilizar audífonos de vía aérea convencional o no se adaptan a los mismos por tener malformaciones faciales de oído externo o medio; cavidades postquirúgicas que no dejan de supurar; otoesclerosis que no quieren o no deben ser operados, etc.
Con el fin de facilitar la audición en personas con hipoacusia se realiza una incisión retroauricular en donde se fija el implante de titanio (similar al de los dentistas) en el cráneo. Posteriormente, sobre ese implante, y de forma externa, se coloca un audífono especial que recoge el sonido del ambiente y lo transmite a través del hueso hasta el oído interno que está razonablemente conservado. De esta forma, se consigue que el paciente pueda oír, a pesar de su enfermedad.
Las ventajas de la utilización del BAHA son considerables ya que mejora la calidad de vida de los pacientes y tiene una relación coste-efectividad altamente positiva. A todo esto hay que añadir la facilidad y comodidad que tiene el paciente de controlar su audición a través de su teléfono móvil.
La incidencia de trastornos susceptibles de beneficiarse de esta técnica en la población suele estar en torno a los 12 casos por millón de habitantes año. Extrapolando estos datos, se considera que dos o tres pacientes del área de influencia del Hospital se podrán beneficiar al año de este avance.