La sostenibilidad, la especialización y el desarrollo de las nuevas tecnologías marcarán la transformación del sector turístico en los próximos años, por ello la Feria Internacional de Turismo, Fitur, ha centrado sus esfuerzos en la última década en su especialización, su internacionalización y su cualificación profesional buscando «adaptarse a la diversificación del turismo» y ofrecer «las mejores experiencias para el viajero».
«La crisis de 2008 fue un punto de inflexión para Fitur (redujo un 13,6% sus visitantes y un 12,9% su exposición en su edición de 2009) tras lo que hubo que cambiar los modelos de gestión y adecuarse a la nueva realidad del sector», explica su directora Ana Larrañaga en una entrevista con Europa Press en la que hace balance de la evolución de la feria, a cuyo frente lleva desde el año 2001.
Hoy Fitur encara su 39ª edición, la más internacional, con récord de participación y un 8,3% más de expositores, tras un aumento del 11% de la presencia internacional que supone ya el 55% del total, reflejo de las buenas perspectivas del turismo y de un crecimiento sostenido en los últimos años. Es junto con la ITB de Berlín y la WTM de Londres una de ferias turísticas referencia en Europa y la de mayor atractivo para América Latina.
FITUR TIENE MARGEN PARA CRECER
Preguntada por si Fitur ha «tocado techo», la directora de la feria en las últimas dos décadas considera que seguirá creciendo al igual que lo hace la industria turística nacional. Para Larrañaga las clave serán ahondar en la diversificación de la oferta, paquetizar productos menos desarrollados y seguir impulsando la cualificación de contenidos y una mayor profesionalización. «Fitur tiene aún un margen de crecimiento importante», asegura Larrañaga, sobre quien desde verano recae la dirección de Negocio Ferial de Ifema.
Con estas credenciales, Larrañaga pasará el testigo a María Valcarce de una feria «viva», reflejo de la sociedad, y atenta a los cambios del sector. Así ha incorporado nuevas secciones como FiturtechY, LGBT, Festivales y Salud, y ha puesto el foco en la tecnología como herramienta de competitividad. Este año las novedades son Fitur MICE, el festival Fitur es Música y la sección monográfica Fitur Cine, que conecta la industria turística y la cinematográfica.
«El futuro pasa por apostar de forma decidida por la tecnología y atender a una demanda que quiere experiencias y distintas y novedosas, así como ahondar en la especialización. Cada año se han ido agregando contenidos de formación, con mayor número de citas agendadas para expositores y operadores invitados. Todavía se pueden identificar nuevos nichos de mercado y si hay masa crítica suficiente ahondar en ellos», defiende Larrañaga.
Respecto a los nuevos modelos de economía colaborativa que están irrumpiendo con fuerza en el sector todavía no han mostrado interés en participar en Fitur, pero si lo hacen, afirma Larrañaga, «tendrán las puertas abiertas, siempre y cuando planteen una oferta reglada».
Este año precisamente se ha puesto en marcha este año el Observatorio Fitur Next, una iniciativa orientada a identificar las tendencias futuras y proyectar modelos turísticos que generen impacto positivo tanto en el ámbito económico, social, cultural y medioambiental, como en la experiencia de visitantes, residentes y desarrollo sostenible de los destinos.
EL ‘BREXIT’ NO CONDICIONA LA PARTICIPACIÓN BRITÁNICA
Fitur 2019, la más internacional de las desarrolladas hasta ahora, ocupará 67.495 m2, un 2,5% más que el año pasado, incluida la incorporación del pabellón 2 destinado a Oriente Próximo, permitiendo dedicar la totalidad del pabellón 4 a Europa, una de las regiones que más ha crecido un 13%. También destaca la recuperación de mercados como Turquía tras la crisis sufrida «gracias a una oferta muy atractiva y muy competitiva».
Larrañaga constata que no se ha reducido el número de empresas británicas participantes en Fitur por la salida de Reino Unido de la UE. «Los turistas británicos seguirán manteniendo su interés en España por su fantástica oferta turística, gastronomía, cultura, clima y deporte, así como su estilo de vida más allá del Brexit y no cambiará», apunta.
En cuanto a España, en un momento de consolidación el objetivo es atraer a turistas de mayor gasto y para ello sería imprescindible fidelizar con servicios de máxima calidad a precios competitivos ofreciendo elementos de valor complementarios para un turismo de mayor calidad.