El Ayuntamiento de Madrid remodelará en 2019 la Montaña Artificial del Retiro –creada en 1820, más conocida por su nombre popular, la Montaña de los Gatos– y recuperará el acceso de la Puerta de la Independencia y del Paseo de México.
Las actuaciones se enmarcan en el 150 aniversario de la cesión del Retiro como parque público al Ayuntamiento de Madrid mediante un decreto del Ministerio de Hacienda de la época. Exposiciones, visitas guiadas teatralizadas y conferencias son algunas de las actividades previstas por este aniversario que tendrán lugar en 2019.
El programa de actividades ha sido presentado por la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, acompañada por el concejal-presidente de Retiro, Nacho Murgui. Como colofón de las actividades que se organicen, el Ayuntamiento quiere celebrar un congreso internacional de jardines históricos.
El programa que está elaborando el Ayuntamiento desde la óptica de fomentar los valores sociales del jardín y de la ciudad de Madrid incluirá exposiciones con carácter divulgativo y didáctico, así como jornadas técnicas donde poner en común las investigaciones desarrolladas sobre el parque.
Las actividades que organizará el área de Medio Ambiente y Movilidad tienen como objetivo divulgar el valor del parque y la complejidad de su historia y gestión, dando a conocer el patrimonio recuperado y generado por el propio Ayuntamiento al hacerse cargo de los jardines con motivo de su apertura al público.
Sabanés ha destacado desde Casa de Vacas que el Retiro es «el primer espacio en visitas de la ciudad», por delante del Prado o del estadio Santiago Bernabéu. El reto es «trabajar en su visión integral» uniendo los espacios de ocio, los históricos y los culturales. Además la candidatura del Paseo del Prado y de su entorno como patrimonio de la humanidad sirve para «poner aún más en valor este espacio maravilloso que da un respiro en una ciudad que necesita armonía, tranquilidad y pacificarse».
PASEO DE MÉXICO Y MONTAÑA DE LOS GATOS
El Paseo de México es una de las entradas más importantes del parque al conectar la Plaza de la Independencia, la Puerta de Alcalá con el estanque y el monumento a Alfonso XII. La idea es recuperar la imagen inicial y la vegetación después de tener que retirar un número importante de chopos que podían suponer un peligro para la población.
El nuevo paseo tendrá chopos a ambos lados, con setos de mirto alrededor del centro. La gran novedad será el pavimento, que será continuo, como en origen, pero drenante, de modo que el agua se dirige a las raíces del árbol. Ahora mismo está en licitación. El Ayuntamiento prevé que, tras cuatro meses de trabajos, las obras estén listas en la primavera de 2019. El presupuesto es de 1,4 millones.
La Montaña de los Gatos también está en licitación. El plazo de las obras es de 6 meses y su coste ronda los 410.000 euros. Es una bóveda de ladrillo, que se ha ido rompiendo y es por esas rupturas por donde ha ido filtrándose el agua.
DE ESTAR RESERVADO A LA CORONA AL DISFRUTE DE LA CIUDADANÍA
El origen de los Jardines de El Buen Retiro se remonta al año 1630 cuando Felipe IV, impulsado por su valido el Conde Duque de Olivares, inicia las obras de un gran recinto palaciego en torno al monasterio de los Jerónimos, que unos años más tarde sería declarado Real Sitio.
Se trataba de un palacio de recreo que incluía elementos propios de un recinto festivo y en el que los sucesivos monarcas españoles que lo utilizaron introdujeron novedades en el diseño y uso de sus jardines. Sin embargo, no fue hasta el reinado de Carlos III, dentro de su proyecto de reforma de los límites de Madrid en la zona del Paseo del Prado, que se permitiría por primera vez el acceso al público de los jardines.
En 1865 la reina Isabel II segrega parte de los terrenos que conformaban el Real Sitio entre la calle de Alfonso XII y el Prado, y cede los Jardines del Buen Retiro al nuevo Gobierno. En 1868 tras la Revolución popular, el Gobierno Provisional y el Consejo de Administración del Patrimonio cederán el Real Sitio de El Bueno Retiro, por Decreto del Ministerio de Hacienda, para parque público en toda su extensión» al Ayuntamiento de Madrid.
Lo que antes fue un sitio reservado para la Corona se vuelve propiedad de todos los madrileños, con las únicas obligaciones de respetar sus límites actuales y destinarlo exclusivamente a parque de recreo. Desde entonces, el Ayuntamiento de Madrid ha cuidado y gestionado estos jardines.