Hoy hace un año que Lorena Enebral fue asesinada en Afganistán mientras ejercía su labor como fisioterapeuta. Era vecina de Pozuelo y será siempre recordada en la ciudad con una glorieta y un parque infantil en la zona de Monteclaro, donde residía.
La alcaldesa, Susana Pérez Quislant, junto a miembros de Cruz Roja, padres, hermanos, familiares, amigos y vecinos, ha presidido un acto en el que, además, se ha descubierto un monolito en su memoria y se ha celebrado una misa en su recuerdo.
Durante su intervención, Pérez Quislant ha definido a Enebral como «una mujer que siempre tuvo claro que su profesionalidad y experiencia debían estar al servicio de los más necesitados, aunque eso supusiera renunciar a las comodidades de tener un trabajo cerca de casa y al calor de los suyos».
Un acto de reconocimiento a su labor
Enebral desarrolló su labor en Malawi, El Sahara, Tanzania y Etiopía antes de su paso por Afganistán donde estuvo de cooperante con Cruz Roja. «Y lo hizo dedicándose en cuerpo y alma al cuidado de personas con problemas de movilidad y, especialmente, de niños y niñas con discapacidad de origen neurológico», ha subrayado Pérez Quislant.
Desde el Consistorio han aclarado que su intención es que permanezca viva su memoria en la de la ciudad y que el parque y la glorieta sirva para tener siempre presente su testimonio de entrega ejemplar a los demás.
Durante el acto, el hermano de Lorena, Alfonso Enebral, ha repasado la vida de su hermana y ha destacado la felicidad con la que ella llevaba a cabo su labor. Asimismo, ha señalado que Lorena siempre insistía en que había que disfrutar de la vida y ser feliz y que por ello la familia ha querido que este acto fuese alegre, como ella, y recordar así su persona y su trayectoria.