Agentes municipales aseguran que la tubería del gas estaba manipulada y había una tuerca floja en la caldera
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Enrique B. M., acusado de intentar asesinar en 2015 a su madre enferma de Alzheimer mediante la inhalación de gas cuando estaba dormida, se ha negado a declarar en el juicio, si bien su defensa mantiene que se trató de un escapé de gas fortuito sin que su cliente tuviera intención de acabar con la vida de su progenitora.
La Audiencia de Madrid ha arrancado este martes la vista oral contra el procesado, quien se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa. Además, pide que se le prohíba acercarse durante 18 años a su madre.
En su declaración, el procesado se ha acogido a su derecho a no declarar. En su escrito de defensa, su letrado pide su absolución al afirmar que hubo una fuga de gas, insistiendo en sus preguntas a los testigos del juicio acerca de que el día anterior tuvo problemas con la calefacción.
Los agentes de la Policía Municipal de Madrid que han comparecido han relatado que fueron alertados por el fuerte olor a gas que había en el edificio, tuvieron los bomberos que desalojar el bloque de pisos. A su llegada al inmueble del acusado, aporrearon la puerta.
«Un vecino nos dijo que tenía que haber un hombre, ya que se madre estaba impedida en la cama. Al abrirnos nos dijo que él no había olido el gas», ha señalado uno de los agentes que se trasladó al lugar.
«Él dijo que no se quería ir sin su madre que estaba dormida en la cama. Estaba muy pendiente de ella», ha agregado. Además, ha narrado que los bomberos observaron durante la inspección que la tubería del gas que conectaba al calentador estaba «desplazada y desenroscada», así como que la tuerca del calentador estaba floja.
RELATO FISCAL
Según el fiscal, el 30 de marzo de 2015 Enrique Blasco «resuelto a privar de la vida a su madre» aprovechó que la mujer se hallaba en la cama dormida para manipular la llave del calentador y desenroscar las tuercas de la llave de paso de la caldera en la cocina «provocando un escape de gas».
A continuación el acusado empleó una cinta de carrecero adhesiva y la adhirió a los espacios de la puerta que podían facilitar la entrada de oxígeno «y favorecer con ello que el gas cuyo escape había provocado permaneciera en el interior de la casa con el fin de que su madre se asfixiara y así acabar con su vida».
Alertados por los vecinos de un «fuerte» olor a gas se personaron el domicilio varios funcionarios policiales a quienes el acusado se negó a hacerles caso en primera instancia para que abriera la puerta hasta pasados diez minutos. La madre resultó intoxicada por inhalación de gas natural que no le provocó secuelas posteriores.