La Unión Europea exige a los Estados Miembro que reciclen la mitad de sus residuos para el año 2020, pero España está estancada en el 30%. Las diferencias entre regiones son notables. Madrid no llegaría ni a un 20%.
La Comunidad de Madrid tiene un problema que solucionar antes del 2020. Urgentemente. Tenemos que reciclar el 50% de lo que tiramos a la basura. Y de momento todo indica que vamos muy mal. ¿Qué soluciones se han puesto sobre la mesa para aprobar a contrarreloj? Gran parte de los ciudadanos quizás no sepan que hay una directiva de la Comisión Europea que indica que dentro de dos años tendremos que haber cumplido el objetivo de reciclar al menos la mitad de los residuos que producimos. Muchas personas pensarán que llegamos de sobra. Al fin y al cabo todos estamos muy concienciados con eso del medio ambiente y el ecologismo… Pero, sin embargo, los datos disponibles indican lo contrario.
El pasado mes de marzo la Consejería de Medio Ambiente publicó en fase de información pública el Plan Estratégico para la Gestión de Residuos 2018-2024, publicación que debería ser una hoja de ruta para solucionar los problemas que tiene hoy en día la Comunidad de Madrid respecto al tratamiento de sus residuos. José Luis Fernández, Jefe de Sostenibilidad de Equo Madrid, suspende el plan: “Si fuese el trabajo final de un máster, suspendería al equipo de trabajo detrás de él. El documento contiene muchas contradicciones. Cada redactor ha escrito su parte sin tener en cuenta la del resto. De hecho, hay opiniones contradictorias respecto al mismo tema, además de que se han olvidado de algunos sectores, como los residuos agroforestales”.
Si bien no es posible llegar a una cifra exacta ya que los datos disponibles son bastante difusos, muchos apuntan a que la Comunidad de Madrid recicla en torno a un 20% de los residuos que produce, mientras que España como país alcanzaría casi el 30%. Hay que tener en cuenta que la gestión de residuos se deriva del Gobierno central a las Comunidades, y éstas, a los municipios. Por esta razón podemos observar que dentro del territorio hay regiones mucho más adelantadas, como La Rioja, donde en 2013 ya se reciclaba más del 50% que exige la UE.
Aproximadamente el 86% de la basura que entra en las macroplantas, que son las infraestructuras en las cuales los residuos se separarían y procesarían para ponerlos de nuevo en el circuito de producción, es mezcla. Es decir, que no se puede separar para su correcto reciclaje. “El sistema de reciclaje piensa en el origen del uso del producto, pero no en su material. El cubo amarillo es un error. El material que mejor se recicla es el vidrio, aunque aquí el cubo del vidrio, el verde, es único, no como en Alemania donde se divide en tres: marrón, verde y transparente. En España no se puede reciclar vidrio transparente.” comenta al respecto José Luis Fernández. Después de ser procesada en la gran centrifugadora esta mezcla, queda lo que se denomina “bioestabilizado”, que terminaría en los vertederos puesto que esta mezcla heterogénea no se puede utilizar como abono por su alto contenido contaminante.
El Plan de Inversiones de la Estrategia de Residuos prevé destinar 366 millones de euros para que se ponga en marcha. De esos 366 millones se financiaría el 50% de las nuevas macroplantas de procesamiento, el otro 50% lo deberán pagar los ayuntamientos a través de las mancomunidades. “Se van a gastar una cantidad ingente de dinero en estas macro plantas que dan unos resultados ridículos. Sólo se recupera el 10% de los materiales que entran. Esto significa que habrá un 90% de bioestabilizado, que, ¿a dónde va?”. Dentro de esos 366 millones, que no estarían incluidos en los presupuestos, también se incluye la financiación del 100% del coste de la recogida de residuos de aquellos municipios que no tengan más de 1000 habitantes y también el 50% del coste de aquellos que no superan los 2500.
Respecto al tema económico, Equo Madrid sostiene que hay un gran interés detrás de las empresas que ponen en el mercado estos productos. “Las empresas que producen envases pagan una pequeña aportación, que además deciden ellos, a los sistemas integrados de gestión de residuos, como Ecoembes o Ecovidrio. Siguen la constante de que el que contamina, paga. Pero una cantidad ridícula. Por ejemplo, en Collado Villalba se destinan 4 millones a la gestión de residuos.” Además, todo esto provoca una situación de desequilibrio. ¿Qué proporción de la basura que tiramos día a día es envases? Se calcula que un 55%, aproximadamente. “El sistema de envases de Ecoembes les beneficia económicamente. Pero es porque se ha puesto al zorro al cuidado de las gallinas”.
Ecoembes se define como una organización ambiental que promueve la economía circular a través del reciclaje que coordina la recogida selectiva y recuperación de los envases y canaliza la colaboración entre ciudadanos, Administraciones Públicas y empresas. Se financian a través de las aportaciones de las empresas adheridas, las cuales realizan una Declaración de Envases anual donde reflejan la cantidad y el material de los envases que ponen en el mercado y, dependiendo de estas variables, abonan una cantidad en concepto de Punto Verde. El Punto Verde se encuentra visible en todos los envases gestionados por el SIG (Sistema Integrado de Gestión) y es un símbolo financiero. Significa que la empresa responsable de dicho producto envasado, cumple con su responsabilidad ambiental, es decir, con la Ley de Envases mediante su adhesión a Ecoembes, y contribuye financieramente para su gestión. Los ingresos que tiene Ecoembes se destinan íntegramente, tal y como recoge la Ley, a sufragar a las entidades locales el coste que les supone recoger de forma selectiva los envases, contenedor amarillo, y los envases de cartón y papel, contenedor azul. Además, promueven campañas de sensibilización en colaboración con las Administraciones.
La solución de la que no sólo habla Equo Madrid y que ha impulsado a países como Alemania al liderazgo en materia de gestión de residuos en Europa, es el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). El SDDR consistiría en devolver el envase al productor a cambio de una compensación económica, por lo que se cumpliría esa idea de economía circular en la que no tenemos residuos, sino recursos. “Desde un punto de vista social, es mucho más rentable. A corto plazo para las empresas, no, porque Ecoembes les sale más barato”.
La recogida selectiva sería otra situación. “En Madrid ciudad se está implantando poco a poco el quinto cubo, o cubo marrón, y aunque aún se están recogiendo datos, parece que está teniendo éxito. Aunque por supuesto la colaboración ciudadana es esencial”. Todo el mundo coincide que el principal problema es la separación en el origen, que depende de los vecinos pero no sólo. José Luis Fernández pone sobre la mesa otra solución. “El sistema de recogida de basura puerta a puerta, que funciona en otras regiones de la Unión Europea -Veneto en Italia- sería la solución más fiable para garantizar que la basura se separa correctamente, aunque también el método más caro. Pero claro, la gestión de residuos cuesta dinero.”
La responsabilidad recae en los ayuntamientos, y como la mayoría está en crisis, no puede financiar correctamente la gestión y el tratamiento de la basura. Ecoembes, por ejemplo, dedica una parte de su presupuesto a campañas de sensibilización y publicidad y la otra parte, se la da a los ayuntamientos para compensar el gasto extra que supone el cubo amarillo.
En referencia a la fabricación de las nuevas macroplantas, cuyo 50% deberá salir de los consistorios y las mancomunidades, sospecha que “llegará una de las empresas que producen envases y propondrán que ellos ponen dinero, mostrarán un espacio con mucha innovación tecnológica y así, para continuar con el sistema de envases.”
Sin una solución real y posible en el horizonte, sólo nos queda preguntar qué pasará. Abrir una nueva planta de incineración de residuos no debería ser una salida, puesto que se producen dioxinas que son altamente perjudiciales para la salud. “Así sólo trasladaremos el problema: dejamos de contaminar el suelo para contaminar el aire”. En la planta de incineración de Valdemingómez se defiende que al combustionar la basura se crea energía: eso no es mentira. Pero esta energía no sólo se obtendría de nuestra basura, sino de su mezcla con gas o petróleo. “El vertido de dioxinas está prohibido y muy regulado. Sólo se permite quemar la basura a una determinada temperatura, y para alcanzarla se necesita mezclar con gas o con petróleo”. Sin embargo, apuntan desde Equo que se ha pasado por alto la biometanización, donde “metes en una olla industrial toda la basura con bacterias anaerobias y éstas la fermentarían creando metano y, tras meterlo en una especie de depuradora, en gas natural”.
Existen alternativas eficaces y respetuosas con el medio ambiente que nos podrían beneficiar a todos. “La colaboración ciudadana es esencial”. Todos debemos poner de nuestra parte para dejar de ser una de las regiones con una tasa más baja de reciclaje en la Unión Europea.
Del 13 al 15 de junio se acogerá en Ifema la Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclaje, centrando el foco de sus debates en los últimos 20 años de legislación ambiental, según ha emitido Ifema en un comunicado.