Contra todo pronóstico, pues prácticamente todo el mundo daba como seguro que el Balón de Oro de 2024 ya tenía grabado el nombre de Vinicius Jr., Rodri Hernández se convertirá en el segundo futbolista español que recibe el máximo reconocimiento individual en el mundo del fútbol tras Luis Suárez y el primero nacido en la Comunidad de Madrid.

No por sorpresivo deja de ser «justo «(siempre en la medida en la que estos premios subjetivos lo son) que el centrocampista del Manchester City, cuya evolución como jugador ha sido imparable tanto en la selección española como en el conjunto británico se alce con el trofeo.

No en vano, durante años ha demostrado un nivel de liderazgo impresionante, destacando en cada oportunidad que se le presenta. La última de ellas fue, sin duda, la Eurocopa 2024, donde fue el motor de una Selección Española que consiguió enamorar con un juego lleno de brillo y desparpajo que les llevó a hacerse con su cuarto entorchado de esta competición.

De Majadahonda al Olimpo de París

El viaje de Rodri Hernández en el fútbol comienza en el Rayo Majadahonda, donde rápidamente destacó y no pasó desapercibido para los ojeadores de clubes como el Atlético de Madrid, que lo reclutó en cuanto empezó a despuntar. Un primer contacto con el club rojiblanco que, sin embargo, no fue del todo bien y decidió probar suerte en otros destinos. Así, fue en el Club Deportivo Roda y el Villarreal donde el mediocampista comenzó a destacar y a ponerse (más) en el foco, llegando a ser convocado por primera vez a «La Roja».

No tardó el Atlético de Madrid en llamarlo de vuelta, esta vez para integrarse en el primer equipo, aunque tras una temporada para el recuerdo en el Metropolitano el Manchester City de Pep Guardiola pagó su cláusula de rescisión, llevándolo a la Premier League, donde ha continuado con una carrera que ha llegado al cenit de París.

Desde su llegada a Mánchester, Rodri se ha adaptado rápidamente al ritmo exigente de la liga inglesa. No solo ha ganado múltiples títulos de la Premier League, sino que también fue una figura clave en la histórica final de la Champions League contra el Inter de Milán, donde marcó el gol que dio el título al equipo inglés… y se consagró como uno de los mejores mediocentros del mundo.

Quizá el hecho que ha marcado este triunfo sea su papel clave en el mencionado triunfo de España en la Eurocopa de Alemania, donde fue elegido Jugador Más Valioso del torneo. En el transcurso de su carrera con la Selección, ha ganado la UEFA Nations League y ha continuado sumando trofeos y logros personales, en un total de 50 internacionalidades, un logro que pocos futbolistas alcanzan y que resalta su compromiso con la selección.

Un espaldazarazo para recuperase de su lesión

El Balón de Oro servirá a Rodri Hernández para llevar un poco mejor su reciente rotura de ligamento cruzado en su rodilla, la más grave que ha experimentado en su carrera y que lo obligará a una larga recuperación que podría oscilar entre seis y nueve meses cuando se encontraba en la mejor etapa de su vida profesional.

Un apoyo que fuera del campo encuentra en su novia, Laura, a quien conoció durante su residencia universitaria en la Universidad Jaume I. Laura es médico, y al igual que Rodri, prefiere mantenerse alejada de los focos mediáticos. A diferencia del centrocampista, ella sí utiliza redes sociales, aunque sus cuentas son privadas y solo accesibles a su círculo más cercano. Este interés común por preservar la privacidad los mantiene unidos y refuerza su relación lejos de la opinión pública y la vida mediática.

También encuentra apoyo en su familia, con la que comparte una sólida formación y valores… y en su vida más allá de los terrenos de juego. Rodri se graduó en Administración y Dirección de Empresas, un hecho que refleja su visión integral y su enfoque en la vida después del fútbol.

Este carácter reservado y disciplinado es un rasgo compartido en su entorno familiar. Su abuelo Noé Hernández fue un reconocido médico en La Bañeza, León, y su padre, Antonio, ingeniero de profesión, trabajó en Madrid, ciudad donde finalmente nacería Rodri.

Su madre, Elena, desempeña el rol de directora de marketing y, al igual que su padre, ha sido una presencia fundamental en la vida del futbolista. Rodri también tiene dos hermanos, Gonzalo y Álvaro, quienes han seguido caminos diferentes: Gonzalo estudió en Estados Unidos con una beca, mientras que Álvaro vive en Mánchester aprovechando la cercanía de Rodri.

Una vida muy normal para el mejor futbolista del planeta.