Desde hace algunos años, bien sea por ahorrarse un dinero o por conciencia medioambiental, los madrileños están inclinándose cada vez más por adquirir productos de segunda mano a través de aplicaciones como Vinted o la mítica Wallapop o, cómo no en la que quizá es la tienda con más «solera» en este tipo de ventas, Humana.
Y ellos también están viviendo su época dorada, tal y como se desprende de los datos que acaban de hacer públicos y que reflejan que, en 2023, experimentaron un crecimiento significativo en sus ventas, alcanzando los 3,9 millones de prendas vendidas en Madrid.
Este incremento del 19% respecto al año anterior refleja la expansión y el interés creciente en el sector de la moda de segunda mano, impulsado por varios factores como la creciente demanda, una mayor conciencia ambiental, el redescubrimiento de la experiencia de compra, y la asequibilidad de los precios en un contexto de inflación.
Rafael Mas, director de Proyectos y Relaciones Externas de la fundación, atribuye el éxito a un modelo de gestión enfocado en mejorar la experiencia de compra, ofrecer una amplia selección de moda de segunda mano en constante renovación, y el talento de los equipos responsables de la gestión textil.
Una tienda que se construye «entre todos»
La fundación, a través de sus 1.500 contenedores de donación, logró recolectar 20 millones de prendas (4.938 toneladas de textil) en la Comunidad de Madrid en el último año, destinando los artículos en mejor estado a sus tiendas. Este proceso no solo promueve la reutilización de ropa sino que también respalda proyectos de desarrollo en países del Sur y acciones sociales en España, con 2,7 millones de euros destinados a tales fines en 2023, duplicando la cifra del año anterior.
Humana ha expandido su presencia en Madrid con 27 tiendas, incluyendo 6 especializadas en moda vintage, y planea abrir dos más. Estas tiendas, especialmente las más recientes, ofrecen una experiencia de compra mejorada con más espacio y diversidad de artículos. Esta expansión coincide con un aumento en el número de clientes, superando los 1,4 millones en 2023, un 16,4% más que el año anterior.
Este auge refleja un cambio en la percepción de la ropa de segunda mano, que ahora se ve como una opción sostenible y de prestigio, especialmente entre las nuevas generaciones como la Z, que valoran la originalidad, la sostenibilidad y buscan minimizar su impacto en el consumo.