La cervecería artesanal madrileña Cervezas La Virgen ha anunciado la suspensión total de sus operaciones, lo que conlleva el cierre de sus locales y la desvinculación de sus 78 empleados. La medida inicia un proceso de «conversación y negociación» con los sindicatos.
De manera específica, Cervezas La Virgen clausurará su fábrica en Las Rozas, Madrid, junto con sus seis taprooms y bares, distribuidos en cuatro ubicaciones en la ciudad de Madrid y dos en Majadahonda y Alcorcón. La empresa ha comunicado a sus empleados la decisión de emprender un proceso de despido colectivo para cesar la actividad de la compañía.
En su comunicado, explican que se han enfrentado a una situación compleja en cuanto a la obtención de permisos para la ubicación principal de la empresa en Las Rozas. Este hecho, combinado con la difícil situación financiera, ha llevado a Cervezas La Virgen a tomar esta «difícil decisión».
La empresa asegura que llevará a cabo este proceso con el máximo respeto hacia sus trabajadores, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que minimice en la medida de lo posible el impacto social de esta decisión.
Ya en diciembre pasado, Cervezas La Virgen había anunciado problemas con la licencia de actividad de su planta en Európolis, en Las Rozas, donde producía sus reconocidas cervezas. El 14 de diciembre, el Ayuntamiento de Las Rozas les notificó la obligación de cerrar, expresando la esperanza de encontrar una solución razonable a las inquietudes del Ayuntamiento, lo cual, finalmente, no ha sucedido.
En este sentido, según la información a la que ha podido tener acceso Madrid es Noticia, las últimas cuentas publicadas son del año 2022, un año antes de que se cerrara la fábrica de Las Rozas. A finales de ese año, acumulaba más de 17 millones de euros en pérdidas, que se han ido arrastrando desde el año 2017.
El desequilibrio patrimonial de la empresa se ha ido compensando con aportaciones en efectivo de su único socio, la última de ellas en agosto de 2023 por valor de 4 millones de euros. El cierre de la fábrica en Las Rozas ha sido consecuencia, en gran medida, de esta situación financiera.
Auge y caída de la «cerveza de moda de Madrid»
El triste final de La Virgen es aún más chocante por la vertiginosa fama que alcanzaron en muy pocos años, con sus botellines protagonizando cualquier feria gastronómica que se preciara en la región… y más allá.
Porque todo comenzó hace apenas catorce años, en 2010, cuando un grupo de amigos españoles que vivía en San Francisco se dejó enamorar por la cultura de cerveza que hay en la coste oeste norteamericana y regresó a Madrid para fundar esta marca.
En 2011, con el proyecto convertido en realidad, inauguraron su primer brewpub y lanzaron al mercado su primera cerveza: la Madrid Lager, a la que siguieron hasta diecisiete variedades distintas.
Esta se convirtió en la joya de la familia, destinada a competir con las grandes cerveceras. Un año después, La Virgen colocó su primer grifo de cerveza en un bar y fue creciendo gradualmente hasta alcanzar la producción de 200.000 litros de cerveza en 2014.
Doce meses más tarde, se trasladaron a una fábrica más amplia en Las Rozas con capacidad para producir un millón de litros de cerveza para, en 2016, firmar un acuerdo de adquisición con el grupo cervecero Ab InBev, el mayor fabricante de cerveza del mundo.
Pocos podían imaginar este desenlace teniendo en cuenta que, en ese 2011 en el que se abrió el primer brewpub producían 30.000 litros de cerveza y hace poco más de un año, a finales de 2022 producián un millón (lo que se traducía en una facturación de ocho millones de euros).
