El Hospital Público Universitario Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes ha dado un importante avance en sus servicios médicos al incorporar desfibriladores automáticos implantables (DAI).
Se trata de unos dispositivos que no solo tienen la capacidad de diagnosticar arritmias graves, sino que también aplican la energía necesaria para revertirlas de manera eficaz.
Este avance en la tecnología médica se ha revelado como especialmente beneficioso para pacientes con antecedentes de arritmia ventricular grave, parada cardíaca recuperada, infarto de miocardio extenso o miocardiopatía dilatada grave, que presentan un alto riesgo de experimentar arritmias peligrosas. Además, el DAI se indica en casos de patologías que causan alteraciones en la frecuencia o ritmo cardíaco, aumentando el riesgo de paro cardíaco repentino.
Primera prueba con éxito de los desfibriladores implantables
En un hito significativo, el Servicio de Cardiología del hospital ha llevado a cabo con éxito el primer tratamiento con DAI en un paciente de 60 años, quien se está recuperando satisfactoriamente. Aquellos que portan este dispositivo pueden llevar una vida prácticamente normal, sometiéndose únicamente a revisiones específicas cada tres o seis meses y siguiendo las recomendaciones de su médico especialista.
El procedimiento de desfibrilación implica la aplicación breve y repentina de una corriente eléctrica de alto voltaje con el objetivo de detener y revertir las arritmias que generan inestabilidad hemodinámica en el paciente, amenazando los signos vitales y conduciendo a una posible parada cardíaca.
Es esencial destacar que el DAI no compromete la integridad del corazón ni de los vasos sanguíneos, ofreciendo una protección confiable contra la muerte súbita. El dispositivo consta de un electrodo colocado a través del sistema venoso hasta el ventrículo derecho, y se implanta en la parte izquierda del tórax, conectándose a un generador bajo la piel, de manera análoga a un marcapasos.