La 82ª edición de la Feria del Libro de Madrid se sobrepuso a la lluvia que la acompañó durante la mayoría de jornadas y registró un total de ventas de 11.188.000 euros, superando en un 9,6% a la edición del año anterior.
En total se vendieron más de 600.000 ejemplares, lo cual es especialmente positivo considerando el aumento del precio de los libros en un 2,5% debido al encarecimiento del papel, la energía y el transporte.
La información se obtuvo de los datos proporcionados por los expositores a lo largo de los 17 días de la feria, en tres oleadas de consultas realizadas por la organización. Aunque la afluencia de visitantes disminuyó en comparación con el año anterior, con un total de 1.213.000 personas, el balance general fue muy positivo, ya que los expositores lograron vender más.
Durante la feria, se llevaron a cabo 6391 sesiones de firmas, en las cuales participaron 1825 autoras y 2370 autores, sumando un total de 4195 sesiones. La ciencia fue un tema destacado en la feria, generando interés en la comunidad lectora y aumentando la venta de libros de divulgación científica.
Actividades (multitudinarias) para todos los públicos
Se realizaron más de 400 actividades en diferentes espacios habilitados para ello. El Pabellón Infantil fue el más concurrido, con 94 actividades dirigidas a un público familiar, y se contó con la participación de 4300 niños y niñas, además de 1000 estudiantes de centros escolares que disfrutaron de actividades exclusivas. La Biblioteca Eugenio Trías también tuvo una importante programación, con 89 actos y alrededor de 3000 asistentes. El Pabellón CaixaBank, ubicado en un lugar más céntrico, atrajo a 4880 visitantes y albergó 81 actividades, incluyendo homenajes a figuras literarias destacadas. El Pabellón Europa, por su parte, recibió a 5052 visitantes, un 44% más que en 2022, y acogió 76 eventos con participantes de 22 países de la Unión Europea.
La feria también destacó por la grabación en directo de episodios de podcast, siendo el Pabellón CaixaBank, el Pabellón Europa y la Carpa Multiusos los espacios clave para este tipo de actividades y otros eventos que requerían una mayor interacción con el público lector.
El público juvenil, especialmente aquellos de entre 13 y 25 años, mostró un gran entusiasmo por la firma de sus autores favoritos y participó activamente en la programación diseñada para ellos, como la Lit Con Madrid. Además, se observó un aumento en la compra de libros de divulgación científica por parte de aquellos en edad universitaria, así como un crecimiento en la demanda de narrativa ilustrada.
La Feria del Libro de Madrid introdujo cambios en su estructura, incluyendo el rediseño de los pabellones y la instalación de lonas en la zona soleada del Paseo de Coches. Destacó el éxito de Indómitas, un espacio que albergó a editoriales independientes y aumentó las ventas de publicaciones fuera del circuito comercial tradicional. También se mencionó el programa «Los pequeños gigantes de la lectura», que promovió el hábito de lectura en niños de primaria y contó con la participación de 1600 estudiantes de diversos centros educativos.
