Madrid Rural, el «gran mercado de proximidad de la región» cuyo propósito es convertirse en el primer centro de distribución y comercialización de frutas y verduras locales de temporada sin intermediarios, ya es una realidad.
Un ambicioso proyecto para fomentar el consumo de proximidad que contará con unas instalaciones de 3.500 metros cuadrados en Fuenlabrada, que ya han sido inauguradas.
Los agricultores madrileños que forman parte de esta actividad llevan sus artículos a estas naves, donde se realiza un proceso de pesado, clasificado, etiquetado, colocación y posterior traslado a los centros logísticos o grandes superficies.
Cabe resaltar que no es un lugar abierto al público, sino que los consumidores podrán disfrutar de estos productos de la huerta en sus espacios habituales de compra.
En todo caso, todos los alimentos, que proceden de pequeñas y medianas explotaciones, llevarán una etiqueta identificativa de la marca Madrid Rural, visible en sus etiquetas.
El siguiente paso es la incorporación de un código QR que ampliará la información de su origen y elaboración. Por otro lado, los profesionales del sector primario que formen parte en esta iniciativa contarán con el apoyo del servicio gratuito regional Agroasesor, para resolver consultas especializadas.
Medio centenar de productores de todos los rincones de la región
Hasta el momento, 50 agricultores se han sumado ya a este proyecto, procedentes de Aranjuez, Fuenlabrada, Griñón, Chinchón, Ciempozuelos, Colmenar de Oreja, Getafe, Quijorna, Rivas Vaciamadrid, San Martín de la Vega y Villa del Prado.
En este mercado se comercializa, en función de la temporada, acelgas, espárragos, tomates, espinacas, brócoli, coles, repollo, borraja, berenjena, pepino, cebolleta, coliflor, lechuga, alcachofa o patata, entre otros.
Madrid Rural forma parte de Plan Terra del Gobierno autonómico, compuesto por 50 medidas destinadas a liberalizar el sector con una dotación de 100 millones de euros. Con él, se pretende simplificar la normativa que afecta al sector, mejorar la competitividad y comercialización de los productos agrícolas de proximidad y, al mismo tiempo, favorecer el relevo generacional y la implantación de sistemas de trabajo más sostenibles.