Madrid Nuevo Norte va a crear el mayor espacio de actividad económica de la ciudad, con cientos de miles de puestos de empleo. Una nueva realidad en todos los sentidos que se basará en el modelo de ciudad de proximidad y que se complementará con una gran red de transporte público hiperconectada.
El centro neurálgico será la estación de Chamartín, que permitirá un acceso a rápido y eficiente a todos los ciudadanos de la región. Por eso, habrá que empezar a dejar de hablar del manido término “ciudad de los 15 minutos” para pasar a la “región de los 45 minutos”. Gracias a los nuevos nodos de conexión que se van a crear, el objetivo es dar acceso a los mejores puestos de trabajo a todos los madrileños y permitiendo una conexión a escala global desde la bicicleta hasta el avión.
Porque sí, el aeropuerto internacional de Madrid está a quince minutos de Madrid Nuevo Norte. Y a menos de veinte minutos de Atocha, la otra gran estación ferroviaria de la capital junto a Chamartín. O si lo que nos apetece es disfrutar del vibrante centro de la ciudad, en menos de media hora desde el nuevo desarrollo urbano estaremos tomándonos algo en el bar de moda de Ponzano.
Unos “lujos” a los que no solo tendrán derecho quienes residan en la capital, sino que cualquier persona que viva en la Comunidad de Madrid pueda tenerlos a solo un transbordo de distancia. Por ello, la columna vertebral de Madrid Nuevo Norte estará formada por una extensa red de transporte público que integra Metro, Cercanías, autobuses urbanos e interurbanos y un pionero sistema de autobús de alta capacidad, que facilitará que quienes necesiten desplazarse a más distancia escojan estas opciones antes que el vehículo privado.
De hecho, en Madrid Nuevo Norte sólo se construirá un tercio de las plazas que la normativa permite. Es decir, el Ayuntamiento contempla que se pueden construir 1,5 plazas por cada 100 metros cuadrados, pero aquí sólo habrá 0,5. Como resultado, se estima que el 80% de los desplazamientos en Madrid Nuevo Norte se realizarán por medios de transporte sostenibles, y todas las necesidades diarias se encontrarán en un radio de menos de 15 minutos a pie o en bicicleta.
Además, el 90% de quienes vivan o trabajen en Madrid Nuevo Norte tendrá un punto de transporte de alta capacidad (Metro o Cercanías) a menos de 10 minutos andando.
El intercambiador, la piedra angular del proyecto
El futuro intercambiador intermodal de transportes, una gran infraestructura subterránea que conectará Metro, autobuses urbanos e interurbanos con los trenes de Cercanías, de media y larga distancia de la estación de Chamartín será el epicentro de este nuevo concepto.
Este abarcará una superficie de más de 33.000 metros cuadrados. Sumando el tráfico de Metro, Cercanías, autobuses urbanos e interurbanos, está diseñado para dar servicio a más de 105.000 pasajeros al día. El intercambiador, que será el más avanzado de la región, supondrá también un punto de encuentro cívico, y contará con hasta 1.500 metros cuadrados de espacios comerciales.
El nuevo intercambiador unirá la Alta Velocidad y la red de Cercanías de la estación de Chamartín con 37 dársenas para autobuses regionales. Para albergar todo ello, contará con cuatro niveles subterráneos. El nivel más profundo corresponderá a los andenes de la estación de Metro de Chamartín. Dos niveles intermedios albergarán un aparcamiento disuasorio con capacidad para 412 vehículos. Uno de ellos, la planta -2, servirá también para el acceso de pasajeros desde Cercanías, media y larga distancia de RENFE y la conexión con el aeropuerto de Barajas.
El nivel inmediatamente inferior a la calle quedará ocupado por la estación de autobuses regionales y discrecionales. Por último, ya en superficie, y con protagonismo de las zonas peatonales y verdes, se organizará el tráfico de autobuses municipales de la EMT, así como del futuro Bus Prioritario, taxis, vehículos privados, y movilidad eléctrica compartida, como bicicletas y patinetes.
Además, en la planta de calle y asociado al volumen arquitectónico que emergerá para permitir los accesos desde el nivel de superficie, se incluirán espacios dedicados al comercio.
Este conjunto subterráneo se va a diseñar de forma coordinada y compatible con el futuro túnel de tráfico rodado que canalizará tanto el tránsito de vehículo privados de la calle Agustín de Foxá y el acceso de los autobuses regionales al intercambiador como la entrada a los parkings de los edificios del Distrito de Negocios.
El intercambiador y la estación se integrarán totalmente en la ciudad gracias a una gran plaza peatonal conectada con la red de parques públicos de Madrid Nuevo Norte