Este Parque público de Madrid se encuentra paralelo a la Calle 30 delimitado por las calles Enrique D’Almonte y la Avenida de Alcalde Sáinz de Baranda y llega hasta la calle de Alcalá y el puente de Ventas hasta unirse con los Jardines de Sancho Dávila.
El origen de este parque, de más de 13 hectáreas, se sitúa en un finca situada cerca de un arroyo, el Duque de Frías y Conde de Haro compró diversas tierras con el fin de formar una quinta – una finca en el campo destinada para el recreo- a la que llamaría Miraflores.
Pero, en 1630 el Rey Felipe IV decidió adquirirla para su recreo y disfrute ya que la quinta contaba con huertas, viñas, jardines y frondosas arboledas que se alimentaban del extraordinario arroyo Abroñigal.
Tras sucesivos dueños como los monjes benedictinos, Carlos III o Mariana de Austria, la Quinta de la Fuente del Berro se convirtió en los Nuevos Campos Elíseos con montañas rusas, velódromo, invernaderos, estanques donde se celebran conciertos y bailes. En este momento, fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid como jardín histórico artístico. A partir de 1950 comenzaron las obras de acondicionamiento y restauración del jardín y palacete para reconstruirlo en el Instituto y Museo Arqueológico Municipal.
Actualmente el Parque, cuenta con sinuosos paseos y extensas praderas ideales para pasear y practicar deporte, además existen numerosos monumentos dedicadas a ilustres escritores como Bécquer o Pushkin.