El 22 de enero arrancaba un nuevo año chino (en cada edición varía el día de inicio de la celebración) y, como viene siendo habitual, las calles de la capital se han llenado de farolillos y otros ornamentos típicos del país asiático para dar la bienvenida al «Año del Conejo«.
Se trata de una de las festividades más importantes de la cultura oriental, que cuenta con más de 4.000 años de historia. Desde sus comienzos, se ha ido instaurando en países asiáticos, influenciados por la cultura china, como Vietnam, Corea, Singapur, Malasia o Filipinas. Pero hace tiempo que hizo el viaje transcontinental y hoy en día son muchas las ciudades europeas que han acogido esta tradición, como París, Londres, Barcelona o Madrid, que la viene celebrando desde hace ocho años y que en cada nueva ocasión incorpora nuevas actividades.
Pero, sin duda, la principal es Gran Desfile de Usera. Un colorido pasacalles que no solo va dirigido a la cada vez más numerosa población china en la región de Madrid (según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, ha pasado de los 33.489 censados en 2008 a los 63 694 de 2022), sino a cualquier persona dispuesta a vivir una fiesta muy singular.
El color vuelve a las calles tras dos años de pandemia
En el de esta edición participaron más de 600 artistas y colmó el barrio de Usera de magia, trajes traídos de China, dragones y leones gigantes, elementos iconográficos de este país, farolillos fabricados por los niños y música en directo. La ilusión se palpaba ya en los niños y mayores, repartidos a lo largo del recorrido, que ha partido de la calle Marcelo Usera y ha llegado hasta la avenida Rafaela Ybarra en su confluencia con Dolores Barranco, y también en los rostros de la comitiva, visiblemente contenta por dar la bienvenida al Año del Conejo. También se han sumado la celebración, desde sus balcones, los vecinos de las calles que ha recorrido el desfile.
Encabezada por una pancarta con el lema “Feliz fiesta de la primavera” tanto en español como en chino, la marcha ha discurrido sin ningún incidente y ha contado con bailes, espectáculos e incluso malabares con fuego. La música de pequeñas orquestas andantes sumergió a Usera en la atmósfera asiática de la celebración.
El Año Nuevo Chino no acaba aquí
Aun queda, sin embargo, mucho por delante. Por ejemplo, hasta el 12 de febrero sigue siendo posible disfrutar de «restaurantes ofrecerán un menú especial festivo «China Taste«, la iniciativa mediante la cual se pretende acercar la gastronomía auténtica del país asiático con menús que van desde los 28 hasta los 90 euros.
O, también visitar en el Centro Cultural de China en Madrid (CCCM) la exposición que reúne obras de 47 artistas chinas y españolas que comparten con una variedad de lenguajes, la riqueza y la energía de la primavera desde la perspectiva de ellas, y que estará disponible hasta el 3 de marzo.
Imágenes: Noelia Fernández