La Comunidad de Madrid estrena el próximo 1 de enero de 2023 un nuevo Calendario de Vacunación para toda la Vida con tres importantes novedades. La primera es la inclusión de la inmunización frente a la meningitis B para los bebés, la del Virus del Papiloma Humano (VPH) en los varones de 12 años y la ampliación frente al herpes zóster en población mayor.
El nuevo programa incluye, asimismo, la administración sistemática de vacunas desde el periodo prenatal hasta la población mayor de 60 años, e incorpora nuevas indicaciones con el fin de aumentar la protección de los ciudadanos frente a diferentes enfermedades.
Nuevo año, nuevas vacunas
A partir de enero empezará la inmunización frente al meningococo B a los bebés nacidos desde del 1 de noviembre de 2022, y se ofrece con pauta de tres dosis: a los 2, a los 4 y a los 12 meses de edad. Además, se seguirá haciendo con personas que formen parte de grupos de riesgo. Este proceso puede ayudar a proteger contra las enfermedades que causa esta bacteria, entre ellas la meningitis meningocócica tipo B.
Asimismo, desde el próximo año se comenzará a vacunar frente al Virus del Papiloma Humano (VPH) a los varones de 12 años, y con pauta de dos dosis separadas al menos seis meses. Hasta la fecha se hacía con las niñas de 12 años y personas incluidas en los grupos de riesgo. Con la nueva indicación se refuerza en ambos sexos la prevención de la infección y de las enfermedades relacionadas con el VPH.
Por último, el Calendario de Vacunación para toda la Vida de la Comunidad de Madrid amplía la prevención frente al herpes zóster a las personas con edades comprendidas entre los 75 y 80 años de edad. Mientras tanto, se prosigue con la indicación para las personas que cumplan 65 años de edad y a los mayores de 18 con determinadas condiciones de riesgo, recomendación que la Consejería de Sanidad incorporó a principios de este año.
Vacunarse a lo largo de toda la vida
La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid indica que la vacunación es importante a lo largo de toda la vida. Se inicia en la infancia y en la adolescencia y requiere continuidad en la edad adulta para reforzar la inmunidad y lograr un mayor impacto en el control de las dolencias prevenibles. Además, garantiza una adecuada protección a lo largo de toda la vida contribuyendo a su vez a un envejecimiento saludable.