Se oye, se siente… calentar motores para las próximaa elecciones generales.
Y hay que ir pensando ya.
Hay que volver al bipartidismo por nosotros mismos, a falta de una ley electoral decente.
Si eres de derechas vota PP, y si eres de izquierdas vota PSOE. Ya está.
¿Por qué digo esto? A eso vamos:
Los extremos se tocan (véanse por ejemplo las dictaduras, que lo mismo son las de izquierdas que las de derechas). La extrema izquierda de aquí es Unidas Podemos y la extrema derecha de aquí es Vox, no me haría falta ni decirlo. En esto no hay discusión, porque no hay partidos con posibilidades más a la izquierda de uno ni más a la derecha del otro.
La extrema izquierda de aquí es más de los mundos de Yupi. Caen incluso en la inocencia tonta, con ese empecinado “es que nosotros creemos en el diálogo” cuando Rusia ya estaba matando en Ucrania. La extrema derecha de aquí me da más miedo con sus incitaciones al odio….
De cualquier manera la virtud siempre ha estado en el término medio.
La diferencia entre derecha e izquierda es en realidad muy sencilla, aunque hay quien aún dice no aclararse.
+Derechos –Economía =Izquierda
+Economía –Derechos =Derecha
Se distinguen bien precisamente por los extremos:
Que quieres que te dejen libre la economía (es decir menos impuestos y, en general, menos intervención del estado en tu propio dinero), pues vota extrema derecha pero verás tocados tus derechos (bueno… si eres hombre, blanco, de ocho apellidos españoles, heterosexual, sin discapacidades, sano, … pues en ese caso tus derechos seguirán igual, pero ¿Eres tan egoísta que solo te importan los tuyos?).
Que quieres que te dejen libre en el sentido que se entiende normalmente esa palabra, pues vota extrema izquierda… pero verás tocado tu bolsillo.
¿Solución? Pues centro izquierda o centro derecha; así la cosa se aproximará al equilibrio.
En realidad está claro que para las próximas elecciones ganará la derecha. El PSOE se ha comido la mayor crisis sanitarioeconómica de la democracia, y con eso no hay quien gane unas siguientes elecciones, lo haya hecho como lo haya hecho.
Así que mejor que gane el PP, por mayoría absoluta, que un PP+Vox o cualquier otra mezcolanza de partidos a la que parece habernos abocado nuestro fallido sistema electoral.
La verdad es que no escondo que soy principalmente de izquierdas, pero me da igual ya si para las próximas gana el PSOE o el PP… lo importante es que gane un partido que se pueda centrar en los problemas reales, y en eso solo están PP y PSOE; y desgraciadamente solo se podrán centrar en los problemas reales con mayoría absoluta.
(A ver si con ella se acuerdan de cambiar la ley electoral, que creo, por cierto, que es la única vía para ir poniendo solución a problemas como el catalanismo, eliminando su engordada influencia a nivel nacional con la que lo condicionan todo)
Mucha gente se va a los extremos por descontento con lo que hay, como castigo, o pensando que quizás con opciones radicales se conseguirán soluciones radicales. Pero no funciona así en política.
Conviene recordar que siempre se puede estar peor.
No era yo de pensar así. Nunca me ha parecido un consuelo aquello de que otros estén peor, ni me parece conveniente compararse con quienes tienen menos suerte… pero la realidad es tozuda de pandemia para acá, recordándonos constantemente que siempre se puede estar peor. Aunque me pregunto hasta qué punto dan esa dimensión los medios de comunicación, que parecen haber escogido la matraca por estilo informativo. Con el coronavirus fue auténtico ensañamiento, y la virulencia con que nos informan de todo lo malo, a veces da la impresión de que busque tenernos asustados permanentemente.
Estábamos saliendo de la pandemia, que parecía lo peor que podía pasar, y llegó la guerra de Ucrania. Una guerra sí es lo peor que puede pasar; bajo su paraguas se pierde todo y se pueden cometer todas las atrocidades que se nos ocurran, y para colmo quedarán impunes.
Sin embargo tampoco es cosa nueva una guerra, por eso en este asunto también es para pensarse el papel de los medios de comunicación, que es como si nos quisieran recordar que debemos contentarnos con cómo estemos, con las subidas de precios y con lo que caiga, porque siempre se puede estar peor.
Pero todo esto no es una distopía sino algo cercano. La que tenemos liada es una realidad, y efectivamente las cosas se pueden complicar aún más.
Así que dejaos de votar extremos porque, por mal que estemos, si vamos a un extremo solo se acentuará ese mal.
Por muy enfadados que estéis con Sánchez, Vox no es solución sino regresión.
Parecía que el mundo solo podía avanzar, como aparenta haber hecho históricamente, pero se nos acumulan los líderes que apuntan hacia una involución; líderes que creíamos imposibles en países civilizados.
¿Queréis probar en España con un Trump o un Bolsonaro?
No hay que conformarse con que todo podría ser peor, pero para estar mejor no se puede votar o favorecer el populismo o el extremismo.
La democracia la tenemos gratis muchos, pero hay que cuidarla… así que no votéis por cabreo o por algún detalle menor, sino con visión de conjunto y de futuro.