Más de 500 millones de euros de presupuesto, un incremento de 7 kilómetros de la red del suburbano y la creación de dos nuevas estaciones, Comillas y Madrid Río, además de la ampliación de tres más que servirán de interconexión en líneas existentes: Palos de la Frontera con Línea 3, Atocha con Línea 1, Renfe y Ave y Conde de Casal con Línea 6.
Éstas son algunas de las claves del titánico proyecto de remodelación de la Línea 11 de Metro de Madrid entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, cuyos trabajos ya está en marcha desde esta semana. Todas contarán con escaleras fijas y móviles, además de ascensores para cumplir con la normativa de accesibilidad y movilidad.
«La Línea 11 se van a comenzar las obras el 1 de noviembre por un valor de 500 millones, la L3 se está ejecutando desde febrero con fondos del Mecanismo de Resiliencia y Recuperación, se están redactando dos proyectos para la L11, se está terminando la redacción del proyecto de la L5 financiado con fondos Feder donde la llevaremos al aeropuerto…», enumeraba el director general de Infraestructuras, Miguel Núñez, hace unas semanas en la Comisión de Transportes de la Asamblea cuando enumeraba los trabajos que se han llevado a cabo desde su Área.
Como decimos, esta línea se convertirá en una gran diagonal que vertebrará la capital de suroeste a noreste y se desplegará a lo largo de tres tramos. El primero de ellos lo rematará el intercambiador de Conde de Casal, uno de los cuatro programados por la Comunidad. Sus más de 33 kilómetros unirán siete de los intercambiadores de transporte de Madrid y puntos estratégicos como Atocha o el aeropuerto. Integra las ampliaciones ya previstas de la línea 11 hasta el futuro intercambiador de Conde de Casal y la extensión del suburbano a Valdebebas. Prevé conexiones con estaciones ya existentes, como Cuatro Vientos por el sur y Vinateros, La Elipa, Pueblo Nuevo, Arturo Soria o Mar de Cristal hacia el norte.