La noche de este lunes, poco después de las diez de la noche, las redes sociales, y especialmente Twitter, se llenaban de mensajes pronunciándose sobre el nuevo plan de ahorro energético propuesto por el Gobierno central. Un polémico proyecto, ya aprobado por decreto, que, entre otras medidas, incluye una limitación del aire acondicionado a un mínimo de 27 grados o un máximo de 19 par la calefacción, a aplicar, hasta noviembre de 2023, en edificios y transportes públicos, centros de trabajo y superficies comerciales.
También obligará a apagar las luces de edificios públicos y escaparates, algo a lo que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, se ha negado tajantemente con una frase que deja muy claras sus intenciones: «Por parte de la Comunidad de Madrid no se aplicará. Madrid no se apaga«.
La líder regional asegura que «esto genera inseguridad y espanta el turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza, tristeza» y que, por otro lado, el Gobierno «tapa la pregunta: ¿qué ahorro se va a aplicar a sí mismo?», en clara referencia a otros mensajes de su partido, acusando al Ejecutivo de aprobar medidas anticrisis mientras mantiene un gabinete con casi 20 ministros y multitud de asesores y demás cargos institucionales.
El objetivo de estas medidas es reducir el consumo de gas de España un 7% en los próximos meses, tal y como se decidió recientemente en el seno de la Unión Europea para hacer frente a la crisis de gas como consecuencia del conflicto en Ucrania.
Imagen portada: Comunidad de Madrid