Con la llegada de mayo damos la bienvenida a San Isidro y, por tanto, la conmemoración de unas fiestas que celebramos cada año. Una efeméride que tiene diversas tradiciones, con siglo de antigüedad, pero que han evolucionado a lo largo de la historia. Y, ¿qué es lo mejor de las fiestas y las tradiciones? Exacto, la comida.
San Isidro tiene una gran variedad de comidas y dulces tradicionales. Los barquillos, las almendras garrapiñadas, manzanas caramelizadas… Son alimentos sin los que no podemos concebir estas características fiestas. Pero, si tuviéramos que destacar uno en particular, serían las rosquillas.
La tradición cuenta que las rosquillas se vendían originalmente en la calle. Éstas las empezó a elaborar la Tía Javiera, una vendedora ambulante que acudía a la Pradera en cada San Isidro. Desde entonces, las rosquillas se han convertido en tradición.
Estos pequeños dulces nos han acompañado cada año en las celebraciones y, al igual que las tradiciones, han evolucionado. De hecho, hoy en día podemos encontrar rosquillas de todo tipo y para todos los gustos. Rosquillas tontas, listas… ¿Sabías que podrías hacer incluso rosquillas veganas?
Rosquillas veganas, una opción para todos los paladares
Sí, has leído bien. Las tradicionales rosquillas del Santo, pero veganas. Aunque no lo parezca, esta receta no tiene nada que envidiarle a la original. Son la opción perfecta para las personas que lleven una dieta vegana (aquellos que no consumen productos de origen animal) pero, por supuesto, cualquier persona puede animarse a probarlas. Incluso podrías llevarte una sorpresa.
Normalmente, los dulces veganos eliminan productos como la leche, huevos o mantequilla y se sustituyen por otros ingredientes. Sabemos que las rosquillas se componen de leche y huevos, entre otros, pero realmente podemos prescindir de ellos e incluir aceite vegetal a la masa, lo cual hará que la pasta coja consistencia. De esta manera podremos obtener la textura idónea para preparar nuestras rosquillas. Además, eliminando la leche obtendremos unas rosquillas menos grasas.
Hay mil maneras de hacer este rico dulce y su versión vegana. Puedes seguir la receta original, pero añadiendo aceite de girasol en sustitución de la leche y los huevos. El resto de los ingredientes son vegan-friendly, por lo que no es necesario cambiar nada más.
Además de ser una receta para personas que eligen llevar una dieta vegana, es la opción perfecta para aquellos que sean intolerantes a la lactosa o que tengan alergia al huevo, o para cualquiera que tenga curiosidad por probar un dulce tradicional con un toque diferente. Y tú, ¿te animas a probar las rosquillas veganas?
Imagen de portada: Embassy.