La Semana Santa de Madrid, con el paso del tiempo, está logrando abrazar a más fieles que visitan de forma apasionada sus procesiones, pasiones y actos religiosos, lo que supone un claro incremento del turismo en la capital y en toda la región. El ambiente creado por el redoblar de los tambores y trompetas y la vistosidad de los coloridos trajes de los cofrades, es una de las señas de identidad de la Semana Santa madrileña y, a su vez, española. Este es el origen y la historia de las principales imágenes que salen cada Semana Santa a las calles de Madrid.
El Cristo de Medinaceli
La imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, la más importante de Madrid, es una talla barroca de escuela sevillana, de principios del siglo XVII. Está atribuida al círculo de Juan de Mesa o a sus discípulos y fue encargada por la comunidad de Padres Capuchinos de Sevilla.
Representa a Jesucristo en el paso del Ecce Homo, y está tallada en su totalidad y lleva un paño de pureza anudado a la cintura. Su iconografía es la denominada ‘de Sentencia’, en el momento que Cristo es sentenciado a la crucifixión y exhibe una cabellera tallada a pesar de que no se muestre al estar tapada por la de pelo natural que se le añade. Se puede observar el Viernes Santo, en la procesión de Jesús de Medinaceli.
El Santísimo Cristo de la Fe y la Virgen de los siete dolores
También el Viernes Santo, procesiona el Santísimo Cristo de la Fe, conocido popularmente como el Cristo de los Alabarderos. Se trata de una imagen realizada en madera de cedro brasileño por el autor Felipe Torres Villarejo. Está inspirada en las primeras tallas que tuvo la congregación homónima. Sigue el modelo barroco de escuela andaluza y representa a Cristo aún con vida, con los ojos abiertos y la cabeza ladeada.
Por su parte, la imagen de la Virgen de los Siete Dolores, es obra de Faustino Sanz Herranz y representa a María, en tamaño natural, envuelta en negras vestiduras, con las manos en actitud orante sobre el pecho, en el que descansa el corazón con los siete puñales clavados.
Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón
Perteneciente a la Hermandad de los Estudiantes, el Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, es un Jesús crucificado, obra de Luis Salvador Carmona, realizado en el siglo XVIII. Su paso es también de estilo sevillano y fue realizado por Manuel Guzmán Bejarano en Sevilla.
María Santísima Inmaculada, Madre de la Iglesia
Esta imagen, que también se lleva en procesión el Domingo de Ramos, es de Juan Manuel Miñarro y se creó, igualmente, en Sevilla. Un paso de palio de doce varales, dos faroles entrevarales y dos candelabros la transporta, según ideó su creador, Manuel de los Ríos, con los bordados creados por Francisco Carrera. Tanto la María Santísima Inmaculada, como el Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, tienen gran semejanza con la hermandad de los estudiantes de la capital de Andalucía, la citada Sevilla.
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
La procesión del Gran Poder y la Macarena es la más antigua de la capital que venera imágenes andaluzas, en una de las hermandades de inspiración sevillana que se pueden encontrar en Madrid. La imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, es la obra clave del escultor sevillano y hermano fundador de la hermandad, José Rodríguez y Fernández-Andes, discípulo de Antonio Castillo Lastrucci.
En lo referido a la salida procesional, muchos son los vínculos que se derivan de Sevilla. Se puede apreciar en las primeras túnicas de nazarenos. Su paso procesional está inspirado en el que posee la hermandad hispalense. En él, destacan los cuatro faroles de plata dorada, seis ángeles que portan los atributos de la Pasión atribuidos a la Roldana y las maniguetas, pertenecientes al siglo XIX, que fueron contadas por la hermandad sevillana.
María Santísima de la Esperanza Macarena
Esta imagen también es obra de Fernández-Andes. Para la coronación de la imagen se vistió con el manto conocido como ‘El Camaronero’, que la hermandad de la Macarena de Sevilla prestó para la ocasión. El manto procesional de la imagen fue realizado en Cádiz, en oro sobre terciopelo verde, y la actual imagen mariana de la hermandad es obra de Antonio Eslava Rubio.
El paso de palio de la Esperanza está realizado con una total inspiración del estilo de los pasos de palio sevillanos. Todo el techo y las bambalinas del palio son de terciopelo rojo, obra de Esperanza Elena Caro, sobre un diseño del hermano Ferún, y en la gloria se reproduce una imagen de plata.
Nuestro Padre Jesús de la Salud
Obra de Ángel Rengel López, siendo este sevillano, es una talla de madera de cedro real, y de cuerpo entero anatomizado con 186 centímetros de altura. Se realizó siguiendo las directrices de la Hermandad, quien concertó con el artista que la misma fuese una réplica del Señor de la Salud de Sevilla, aunque con pequeñas diferencias. La imagen representa un Nazareno con la cruz al hombro a la que se otorgan rasgos faciales gitanos.
María Santísima de las Angustias
Realizada por el mismo autor, es una imagen de tipo candelero, para vestir, realizada en madera de cedro. El palio es diseño de Mariano Martín Santonja, siendo los varales y respiraderos obra de Julio Martínez y José Jiménez en origen para la Hermandad de los Gitanos de Sevilla. La imagen representa a María al pie de la Cruz tras la crucifixión del Señor siendo una talla de candelero para vestir y realizada en madera de cedro.
Jesús Nazareno El Pobre
Esta imagen fue realizada por el imaginero D. Domingo Sánchez Mesa, nacido en Granada. Está realizada en madera de pino Flandes, y se trata de imagen de vestir, en la que, sobre bases del barroco granadino, con claras influencias de José de la Mora, realiza una interpretación personal, con inequívocos toques de modernidad. Su autor, máximo exponente de la imaginería granadina del siglo XX, imprime gran seriedad y dulzura en el rostro de Jesús, divinizando la pasión y logrando una gran fuerza devocional. Se la puede ver procesionar el Jueves Santo.
María Santísima del dulce nombre en su soledad
El mismo día, sale en procesión esta imagen, una virgen dolorosa. Sale en un paso de palio de doce varales, decorado por numerosos cirios y flores de color rosa y blanco. La imagen fue realizada por la trianera y sevillana Lourdes Hernández Peña.
El Divino Cautivo
También en Jueves Santo, procesiona El Divino Cautivo, obra de Mariano Benlliure. Se trata de la única imagen de Madrid que sale en procesión dos veces durante la Semana Santa. Esta imagen no es portada por costaleros ni por anderos, sino que es empujada.
La talla, de gran calidad, está esculpida en madera de nogal y presenta una altura de 180 centímetros. Representa a Nuestro Señor Cautivo ante Pilatos y está representado como un hombre fuerte, con espaldas anchas y brazos y manos muy musculados, propios de un carpintero. Podemos encontrarle mucha similitud con Jesús Cautivo de Santa Genoveva.
Cristo de la Preciosa Sangre
La imagen es un Cristo crucificado prestado desde una parroquia de Orcasitas y un paso de Procesión elaborado con barras de estanterías metálicas y tapado con las caídas rojas, adornado con flores y alumbrado con 4 apliques, que procesiona el Viernes de Dolores.
Tiene una similitud con el Cristo de la Preciosa Sangre de Valladolid. El Cristo de esta provincia es la obra cumbre de Lázaro Gumiel, un autor que estudia la obra de Juan de Juni. Este, fue un escultor franco-español que formó parte de la gran escuela de escultura castellana. Podríamos señalar que ambos cristos son copias de la obra del gran Juan de Juani.
Nuestro Padre del Amor y María Santísima de la Anunciación
La obra de Ramón Martín, escultor sevillano del Viso del Alcor, es una talla que data del año 2013. Procesiona en la Borriquita, una procesión que simula cuando los discípulos marcharon e hicieron como Jesús les había ordenado. Trajeron el asno y el borrico, pusieron sobre ellos los mantos y él se montó encima.
Nuestro Padre Jesús del Amor representa su entrada triunfal en Jerusalén y en la misma procesión, se puede ver la figura de María Santísima de la Anunciación, realizada por el escultor hispalense Antonio Jesús Dubé Herdugo. Curiosamente, el recorrido es de puro estilo de la Semana Santa sevillana, y dura más de cinco horas.
Virgen de las tres caídas
Esta imagen de inspiración hispalense, sigue los cánones del Cristo que preside la capilla de los Marineros de Triana, la Esperanza de Triana. La talla es obra del sevillano Antonio Labrador, que modeló a un Cristo cuyas facciones e iconografía se inspiran claramente en las del Vecino más antiguo de Triana.
Su idea no era hacer una copia exacta, aunque guarda muchas semejanzas y un cierto parecido con el Cristo trianero de las Tres Caídas. Tiene la misma rodilla caída en la tierra y le cae el mechón de pelo por el mismo lado. A diferencia con el Trianero, es un pelón más grande y no dirige tanto la mirada al suelo, tiene la cabeza y el cuello más erguidos.
Virgen de la Soledad
La procesión de la Soledad es la única del Sábado Santo y es famosa en Madrid por dar al momento más esperado de las festividades en la capital: el encuentro entre la Virgen de la Soledad con el Cristo Yacente. Una reunión trágica y hermosa de madre e hijo, en la histórica Plaza de la Villa. La imagen de la Virgen de la Soledad es una talla de Juan Pascual de Mena del siglo XVIII y el Cristo Yacente es también una talla, más reciente, del siglo XX, procedente de los Talleres Olot.