El Centro de Control del Canal de Isabel II controla una media de 1,36 millones de metros cúbicos de agua potable de la Comunidad al día y desde él se supervisa el tiempo real, la situación hidráulica, la de las redes, el estado de la calidad de las aguas, las captaciones de aguas subterráneas y otros parámetros.
El consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno y presidente de Canal Gestión, Ángel Garrido, ha visitado este lunes el Centro de Control de la entidad en Majadahonda, acompañado por el director general de la empresa, Adrián Martín, y por el alcalde de la localidad, Narciso de Foxá.
Canal de Isabel II Gestión recibe todo el volumen de información que le permite gestionar sus infraestructuras a través de 90.000 elementos de control en sus instalaciones, conectados mediante 1.741 estaciones remotas y 57 telemandos, capaces de controlar remotamente las infraestructuras más aisladas.
El centro, en el que se integran un sistema de telecontrol y otro de información geográfica, procesa 65.000 datos por minuto. Toda la información recibida es gestionada y analizada a través de la aplicación de telecontrol, un software SCADA específicamente desarrollado para Canal, con el que trabajan 900 empleados.
Gracias a este sistema, desde el Centro de Control se realizan anualmente 11.680 maniobras y se registran 155.000 avisos. Estas dependencias funcionan las 24 horas del día, durante los 365 días del año, y en ellas trabaja un equipo de 60 personas.
Garrido ha destacado que «el Centro de Control de la empresa de aguas es uno de los más avanzados del mundo y que está dotado de los sistemas más innovadores y tecnológicos, con el fin último de garantizar a los madrileños un suministro de agua de calidad excelente, en todo momento».
El sistema de telecontrol en Canal Gestión empezó a desarrollarse en la década de los 80 para mejorar la garantía del abastecimiento a Madrid y nació con dos objetivos claves: asegurar el suministro de agua a todos los puntos de la Comunidad de Madrid y dar una respuesta rápida ante posibles emergencias.
A lo largo de los años, la monitorización se ha ido implantando en todo el servicio, lo que ha permitido controlar las 14 presas, 335 depósitos de almacenamiento, 669 sectores de distribución, 1.459 válvulas, 30 estaciones de vigilancia de calidad de las aguas, 150 depuradoras, 63 estaciones de bombeo de aguas residuales, 14 tanques de tormenta o 33 depósitos de agua regenerada, entre otras infraestructuras que gestiona la entidad.
La visita también se ha extendido al laboratorio de aguas depuradas de la compañía, que se encuentra junto al Centro de Control y donde se analiza la calidad de las aguas procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales.
A través de estos controles, la empresa tiene como objetivo «garantizar que el agua tratada en sus depuradoras vuelva a los ríos con la máxima calidad posible y contribuir, de este modo, a la conservación medioambiental». Para ello, anualmente se toman una media de 7.000 muestras y se realizan más de 200.000 análisis.