El Grupo Ruiz, entidad concesionaria de hasta 44 líneas interurbanas y 4 urbanas de transporte público del Consorcio Regional de Transportes, ha incorporado a su nueva sede situada en Leganés, una ‘gasinera’ (planta de compresión de gas natural) con capacidad para surtir a 21 autobuses a la hora.
Así lo ha destacado este lunes el consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, tras su visita a las nuevas instalaciones del Grupo Ruiz en el Polígono Industrial Ciudad del Automóvil de Leganés, donde ha podido comprobar su funcionamiento.
Planta de compresión de gas natural
En esta nueva sede, instalada sobre una parcela de 8.500 metros2, se ha construido una planta de compresión de gas natural, que cuenta con tres calles de suministro, con detector automático del vehículo, pantalla informativa y capacidad para repostar 21 vehículos a la hora.
En concreto, esta planta suministra gas natural a las flotas de autobuses de la Empresa Martín, S.A., concesionaria del servicio Madrid-Leganés-Fuenlabrada, y a la flota de Empresa Ruiz S.A., concesionaria del Madrid-Barajas de Melo-Villamayor de Santiago, ambas pertenecientes al Consorcio de Transportes de Madrid.
En total, se suministra gas natural diariamente a 132 de sus autobuses, lo que supone que el 77% de la flota operativa de estas concesiones es de gas natural. Los autobuses propulsados por esta energía tienen como principal característica una importante reducción de emisiones de material particulado, óxido nítrico y de monóxido de carbono hasta un 20%. También aportan una reducción del ruido en un 50%, mejorando con ello de forma importante tanto la contaminación ambiental como la acústica.
Apuesta por la sostenibilidad
Pérez se ha interesado por las mejoras en materia de sostenibilidad de esta moderna sede y ha recordado que «de los 2.063 autobuses de la flota interurbana de la región casi un tercio se mueve con energías limpias, es decir, que uno de cada tres contribuye de manera efectiva a reducir la huella de carbono«.
En esa misma línea de trabajo, el Gobierno regional tiene en marcha «un ambicioso proyecto» de transformación ecológica de las infraestructuras ligadas al transporte, fundamentalmente en los intercambiadores y los aparcamientos disuasorios, que se adaptarán a las nuevas flotas, según ha señalado el Gobierno regional en una nota.
Actualmente, uno de cada tres autobuses de transporte público tiene menos de tres años de antigüedad y el objetivo es introducir herramientas que incrementen la eficiencia energética hasta conseguir un consumo de energía casi nulo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.