A todos se nos enfriaba un poco el coranzocito cuando, en marzo de este año, el mítico restaurante Lhardy se declaraba en concurso de acreedores. Ubicado en pleno centro, el restaurante se fue apagando poco a poco en los últimos años por las obras del complejo Canalejas, la instauración de Madrid Central y, como estocada definitiva, la irrupción del coronavirus.
Un cierre, el primero desde 1839, año en que este templo aristocrático abrió por primera vez, que por fortuna duró poco, ya que apenas un mes después el grupo Pescaderías Coruñesas, nacido en 1911 y dedicado en su orígenes a la pesca y su explotación, anunciaba la compra del establecimiento.
Volvía a así a la vida este Restaurante Centenario, el último de los doce que hay en la capital y que hemos recorrido en Madrid es Noticia. Se llenaban así de nuevo unos salones en los que gran parte de la historia de España se ha deleitado con su cocina europea.
De este modo, en esa misma casa de la Carrera de San Jerónimo donde se sirvió el primer plato hace casi dos siglos, y una vez cruzada la elegante fachada, cualquier comensal puede disfrutar de la nueva carta ahora propuesta.
Tradición modernizada
Se trata de una propuesta en la que priman las recetas propias y los sabores «de toda la vida», así como algunos platos traídos de Pescaderías Coruñesas, que convierten una visita Lhardy en una experiencia única. No pueden faltar, por tanto, ni el solomillo Wellington, ni los callos ni el Souflè, elaborados como siempre se ha hecho.
Eso sí, lo que sería un sacrilegio es irte sin probar el ‘Cocido Lhardy‘, que llevaopa con fideos cabello de ángel, garbanzo pedrosillano de Castilla La Mancha, verduras (repollo, patata y zanahoria) de Carabaña, chorizo de León, morcilla de arroz y secreto ibérico estilo Burgos (Casa Alba), longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri, tocino ibérico, morcillo de buey gallego, tuétano de vaca gallega, jamón ibérico de Huelva,f oie del Ampurdán en escabeche, costilla ibérica de Sierra de Villuercas y relleno de cocido de ropa vieja.
Si no puedes quedarte a comer allí, siempre podrás pedir de su tienda la mayoría de recomendaciones de su carta. Y deleitarte en casa con este único sabor centenario.
Imagen portada: Lhardy