¿Te gustaría sentirte como un pájaro?, ¿quieres experimentar la sensación de volar utilizando tan solo tu propio cuerpo? Esa vivencia incomparable puede ahora hacerse realidad y sin tener que desplazarse demasiado lejos. La ciudad de Madrid cuenta con una instalación puntera que permite vivir en persona la experiencia de volar y, además, acompañado de la familia. Se trata del Hurricane Factory, el túnel del viento más grande de Europa.
El túnel del viento de Madrid es una cámara especial con flujos de aire continuos que permite al usuario elevarse en línea ascendente y volar. La sensación es la misma que experimentan los pájaros. Solo es cuestión de dejarse llevar, mantener una posición correcta del cuerpo y disfrutar de la experiencia.
Una experiencia inigualable para toda la familia
El Hurricane Factory de Madrid se ha convertido en un lugar perfecto para disfrutar con la familia o celebrar fiestas de cumpleaños. La cámara está compuesta de 6 motores grandes que proporcionan un flujo de aire constante y regulable a distintas velocidades. Tiene una anchura de 5.2 metros y una altura de 12 metros. Los principiantes suelen volar a una altura baja, pero a medida que adquieren experiencia pueden ir subiendo hasta alcanzar la máxima altitud.
Para disfrutar de esta experiencia es necesario llevar ropa cómoda y colocarse encima un traje especial. Luego habrá que ponerse un casco y unas gafas protectoras. La duración del vuelo depende de la experiencia del usuario. Los principiantes se inician con tandas de pocos minutos pero con el dominio de la técnica el tiempo se va alargando. Los voladores experimentados pueden llegar a disfrutar del Hurricane Factory más de una hora al día.
Siempre con la compañía de un instructor
Los usuarios del túnel del viento, adultos y pequeños (mayores de 5 años), nunca están solos dentro de la cámara de vuelo. Siempre van acompañados de un instructor, que es el que controla la velocidad del viento y el que enseña al volador los movimientos adecuados para trabajar con seguridad.
La entrada en la cámara de vuelo se realiza a través de una puerta situada en la parte baja. De forma inmediata el usuario entrará en contacto con los flujos de aire; notará cómo que el viento sustenta el cuerpo y empieza a elevarlo simulando el vuelo libre. La velocidad del viento dependerá del peso del volador. Las personas delgadas precisan velocidades bajas, mientras que las más corpulentas necesitan flujos de aire más intensos.
Por lo general, la velocidad media es de unos 180 km/h, aunque los voladores profesionales suelen moverse en velocidades mucho más altas, cercanas a los 270 km/h. La postura básica es la horizontal con el vientre hacia abajo, pero con el tiempo los usuarios aprenden a volar sentados, de espaldas o incluso cabeza abajo.
Reservar
Para poder disfrutar del Hurricane Factory de Madrid es preciso reservar hora a través de su página web. Hay que llegar una hora antes para rellenar una hoja de registro y recibir las instrucciones pertinentes. La cámara es de un material transparente, así que los acompañantes podrán ver la experiencia e incluso grabarla en video.
Eso sí, no todo el mundo puede volar; existen limitaciones. Los niños menores de 5 años no pueden entrar en el simulador y los menores de edad precisan una autorización de los padres.