Leo, con estupor, en estos días ,- en los que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, visita Estados Unidos para fomentar los intereses de Madrid ante empresarios e instituciones relevantes norteamericanas-, como los partidos de izquierda, Más Madrid, PSOE y UP atacan sin argumentos sólidos la gestión de la presidenta regional, la acusan de vender la región “a pedazos” a lo que ellos llaman fondos buitres, y de “criticar al Gobierno de España”.
Pues bien, es justo lo contrario. Es curioso como la percepción de las acciones que emprende Ayuso puede tener lecturas tan alejadas de la realidad.
Es singular que estos grupos, con representación en la Asamblea de Madrid, critiquen aquello que precisamente ellos hacen cada día, afear cada acción, cada medida que se adopta en Sol, por el bien de los madrileños; y no solo eso sino que, además, aprovechan un viaje de la líder del Gobierno regional fuera de nuestras fronteras para dejar, de soslayo, mensajes con un trasfondo a tufillo de corrupción que están a años luz del objeto de este viaje, que no es otro, que atraer inversiones para que Madrid siga siendo la Comunidad Autónoma con mayor crecimiento en el país. Así lo demuestran todos los indicadores económicos que reflejan que el 60% de las grandes multinacionales están en Madrid y el 75% se corresponde con inversión extranjera.
Ayuso, es efectivamente la mejor embajadora que tiene la región, no de “fondos buitres” como argumenta la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, sino de la riqueza y las oportunidades que ofrece esta tierra que es acogedora de talento, negocios y empresas y que ofrece un potencial singular a posibles inversores extranjeros. Buena prueba de ello es Madrid Nuevo Norte.
Tendría que preguntar la señora Jacinto a todos aquellos autónomos y emprendedores que dejaron Cataluña cuando los amigos de los independentistas,- de los que ellos hoy son socios en el Gobierno de la Nación-, “expulsaron” sin miramientos a quienes habían nacido en aquel pedazo de territorio español,- por mucho que se empeñen en decir lo contrario-, tras la aplicación del 155, y se trasladaron a Madrid, tierra de Libertad donde se les acogió con los brazos abiertos por ser fuente generadora de empleo.
Tendría también que pasear cada negocio abierto en nuestra región, – que ha tenido que soportar cierres basados en decisiones sin base técnica y sin apoyo de un comité de expertos que se ha demostrado falso-, y preguntarles cómo han aguantado los efectos de la pandemia. No precisamente gracias a las ayudas del Gobierno de España que prefirió mirar hacia otro lado prolongando Estados de Alarma sine die, mientras que en la Comunidad de Madrid aprobaba ayudas para autónomos, pymes y empresarios que habían quedado excluidos de las medidas adoptadas por Sánchez y su Gobierno y repartía comida para evitar las mal llamadas colas del hambre a través de la generosidad siempre de empresarios altruistas.
O preguntarse cómo el equipo de Ayuso hizo lo imposible para conseguir vacunas y material sanitario para los hospitales madrileños y cómo en un tiempo récord se construyó el Zendal, el hospital de pandemias que es la admiración de toda Europa.
Asegura, por su parte, el portavoz adjunto del PSOE, Juan Lobato,- inmerso en su propio proceso de selección interna a la secretaria general del PSOE-Madrid, de un liderazgo que trate de hacer frente a las políticas liberales de Ayuso-, que la presidenta se dedica a “criticar al Gobierno de España” en un acto de “deslealtad que perjudica a los madrileños”.
Desleal es la actitud del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aprovecha cada oportunidad para atacar a Madrid y los madrileños, criticando la eliminación de impuestos en la región, azuzando la madrileñofobia, y enfrentando a los presidentes de las diferentes Comunidades Autónomas a la mínima de cambio. Su última ocurrencia intentar sacar de la región organismos de relevancia para evitar la despoblación de otras Comunidades Autónomas y afrontar el reto democrático. Con la justicia hemos topado.
Y, por último, la portavoz de Más Madrid, Mónica García, que avisa a la presidenta de que no se puede vender los intereses de los madrileños a fondos buitres, ni la sanidad pública ni la salud mental.
Me da que la señora García no ha escuchado con atención a la presidenta Ayuso que lleva días contando en todos los medios de comunicación españoles y extranjeros que la finalidad de este viaje es dar a conocer el modelo de gestión de la Comunidad de Madrid, en materia económica, medioambiental y cómo se afrontó la gestión del COVID, todo ello basado en políticas de LIBERTAD.
Esta gestión es la que llevó a Ayuso a conseguir unos resultados electorales magníficos el pasado 4 de mayo. Un consejo a sus señorías, yo que ellos trataría de interiorizar que los madrileños dejaron claro un mandato: trabajar por ellos y si esto incluye un viaje al extranjero para atraer inversores, favorecer la iniciativa privada y la consiguiente creación de empleo, bienvenido sea.