Las vacunas funcionan. Ésta debe ser la máxima con la que debemos quedarnos en este último tramo de la lucha contra la Covid, ya que gracias a los fármacos el vertiginoso aumento de contagios en este mes de julio no ha implicado ni un colapso sanitario ni, lo que es más importante, mayor mortalidad. En realidad, ha sido todo lo contrario.
El perfecto ejemplo son las residencias de mayores, afectadísimas durante las anteriores olas del coronavirus. Ahora, tal y como han revelado s resultados preliminares del estudio de investigación SeroVac que ha realizado la Viceconsejería de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de la Comunidad de Madrid, el 96,8% de los trabajadores de los centrosociosanitarios de la región, así como el 95,6% de sus mayores residentes han presentado anticuerpos tras recibir la vacuna.
El trabajo, que ha sido presentado hoy en rueda de prensa por el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, tiene como objetiv evaluar los niveles de anticuerpos en personas mayores que viven en residencias y trabajadores de centros sociosanitarios después de la vacunación con Pfizer.
Análisis del que podemos concluir que el nivel de respuesta de la vacuna en estos dos grupos de población ha sido excelente, incluso superior a lo referido en la bibliografía.
El estudio se ha realizado en 44 centros sociosanitarios, a 1.737 residentes y a 1.204 profesionales, entre el 15 de junio y el 15 de julio de este año. Entre los residentes, el 71% son mujeres y la edad media de 83,7 años y en los profesionales, el 85% son mujeres y la edad media, de 47 años. Queda pendiente completar el análisis de los datos, así como la repetición del estudio para valorar la duración de la respuesta inmunológica, con otro análisis en enero de 2022.
Otro de los objetivos de SeroVac ha sido comparar la respuesta de anticuerpos IgG-S (anticuerpos contra la proteína Spike) en personas que han recibido la vacuna de Pfizer, con y sin historia de COVID-19 previa. Además, se van a analizar otros factores relacionados con la respuesta de anticuerpos IgG-S en personas que reciben la vacuna: edad, sexo, enfermedades crónicas, entre otros. También se persigue estudiar la aparición de efectos adversos a corto y medio plazo en personas que reciben la vacuna.
Tras este estudio, se concluye que tras la vacunación con Pfizer los residentes y trabajadores han desarrollado una potente respuesta de anticuerpos neutralizantes. Aquellos con historia de COVID-19 presentan una concentración de anticuerpos significativamente más alta (6 veces y 4 veces superior, respectivamente) tras la vacuna que los que no habían tenido el virus.
Finalmente, tras la vacunación se han detectado un escaso número de brotes y de personas afectadas, lo que sugiere un importante impacto en el control de la transmisión de la infección de estas personas.
Imagen portada: Comunidad de Madrid