El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no renovará la concesión de las pistas de esquí Escaparate, Telégrafo y El Bosque en Navacerrada (Madrid), debido a que esa parte del monte Pinar de Valsaín pasará a dominio público forestal.
La renovación de la concesión, firmada el 3 de abril de 1996 y que finaliza próximamente al cumplir el plazo de vigencia de 25 años, “no es viable”, según informa en un comunicado el Ministerio.
La empresa Puerto de Navacerrada Estación de Esquí deberá desmontar estas pistas por completo antes del 30 de octubre de 2021 al revertir estos montes al dominio público forestal, “garantizando la restauración ambiental y paisajística de estos terrenos de alto valor”, situados en el entorno del Parque Nacional de la Sierra Norte de Guadarrama y catalogados como Zona de Ordenación Especial, que pasarán a formar parte de la Zona de Uso Limitado de Cumbres.
El Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo ha comunicado en un escrito al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que había solicitado un informe como propietario de esa parte del monte Pinar de Valsaín.
Las instalaciones incluyen tres pistas, tres telesillas y un sistema de innivación
Las instalaciones para la práctica de esquí correspondientes a la concesión incluyen, además de las tres pistas mencionadas, tres telesillas con sus construcciones complementarias y un sistema de innivación artificial compuesto por un edificio depósito que alberga los compresores, las conducciones de agua y aire y los cañones de impulsión.
En la zona que comprende las tres pistas, con una superficie total de 7,6 hectáreas, hay además un remonte tipo tapiz rodante instalado sin autorización, según el Ministerio.
El cambio climático determina esta situación
El Organismo Autónomo Parques Nacionales señala que el escenario actual de cambio climático ha determinado esta decisión, basada en predicciones «nada favorables», de acuerdo con los datos recogidos por la estación meteorológica del Puerto de Navacerrada.
Al respecto, señala que desde la década de 1970 la temperatura media ha aumentado 1,95 grados centígrados y la nieve se ha reducido en un 25%. Un escenario al que hay que sumar la «alta presión turística y recreativa que sufre la zona».
Problemas de saturación y acceso en Navacerrada
El Puerto de Navacerrada soporta además, según el Ministerio, «un grave problema de saturación y de acceso, aglomeraciones que, en ocasiones, suponen un problema de orden público y seguridad ciudadana, aportes de residuos sin una solución clara para su recogida y evacuación». «En definitiva, un modelo de uso público que debe adecuarse a la preservación de los valores del entorno natural del Parque Nacional», ha añadido.
La alcaldesa de Navacerrada, Ana Paula Espinosa, ha explicado a Efe que las tres pistas que tendrán que desaparecer antes de octubre pertenecen a la vertiente segoviana, a la zona baja de la estación, por lo que su cierre supone que la estación se quedaría únicamente con la zona de la Bola del Mundo.
La parte que se va a cerrar es “la parte bonita, donde hemos aprendido todos a esquiar, los grandes campeones y toda la familia Fernández Ochoa”, ha lamentado.
A falta de conocer más detalles, la alcaldesa ha dicho que esta decisión puede costarle el puesto de trabajo a «muchísimas personas» que trabajan en la estación y afectará «mucho» a los hoteles y restaurantes que hay en esta zona.
Ecologistas en Acción pide un cierre completo de pistas en Navacerrada
Ecologistas en Acción ha mostrado su aprobación a la decisión del Organismo Autónomo de Parques Nacionales y además pide que se desmantelen el resto de pistas de esquí y remontes que quedarán en el monte de Guarramillas.
Para los ecologistas, esta decisión supone recuperar la cordura, recuperar una parte de la Sierra de Guadarrama para el Parque Nacional y un avance en la protección de nuestras montañas.
Emergencia climática
La organización ha explicado que llevan desde 1993 oponiéndose a esta estación de esquí por el contexto de emergencia climática y han recordado que ya en septiembre de 1993 cuatro jóvenes se encadenaron a las máquinas que excavaban un depósito subterráneo en el alto del Telégrafo para instalar cañones de nieve artificial.
“Esos cañones de nieve solo eran la punta de lanza de un proyecto ambicioso para convertir el puerto de Navacerrada y sus alrededores en un centro de ocio con un macro aparcamiento, un túnel para el tráfico en el mismo puerto y diversas instalaciones más”, apuntan.
En este sentido, la agrupación ecologista ha afirmado que durante los siguientes veintisiete años la estación de esquí de Navacerrada “ha ido languideciendo” entre subidas de temperatura, inviernos cada vez más cortos y solicitudes de ayuda económica de quienes se hicieron cargo de su explotación.
Intervención en el ciclo del agua del río Eresma
Según añaden, ya en 1993 estaba claro que «ni el lugar era el idóneo para unas pistas de esquí, ni las obras eran razonables», porque se intervenía en el ciclo del agua del río Eresma, se apostaba por un desarrollo insostenible, se apoya la masificación del puerto y el uso intensivo del vehículo privado trasladando usos urbanos al corazón de la montaña, y se creaban varios problemas para el futuro como el colapso de tráfico en temporada de nieve, destrucción del medio, contaminación e inviabilidad a medio plazo de las instalaciones a causa del cambio climático.