A falta de menos de un mes para que comience de manera oficial la Semana Santa, arrecia el debate sobre cuál debe ser la postura de las comunidades autónomas de cara a estos días festivos, en los que, en un año normal, se producen millones de desplazamientos y se dispara el contacto social.
En este 2021 es evidente que no va a ser así, pero la mejora en los indicadores de la incidencia de coronavirus (la media del país ya está muy por debajo del riesgo extremo) implica que desde muchos sectores, sobre todo el turístico y el hostelero, se pida una mayor relajación de las restricciones.
Y aunque de momento se guarda prudencia desde todos los gobiernos autonómicos, todo indica que la mayoría apostarán por mantener el cierre perimetral para esas fechas (algo que han recomendado incluso desde Sanidad) salvo, como ha venido ocurriendo hasta ahora, la Comunidad de Madrid.
De hecho, desde principios de enero no hay limitaciones para entrar o salir de la región, pero al existir imposiciones de este tipo en el resto de autonomías, tiene poco efecto.
Una apertura que quiere mantenerse en Semana Santa, periodo para el que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ya ha afirmado que se adoptarán medidas «sensatas y equilibradas», en función de la evolución de la pandemia, para proteger la salud de los ciudadanos y no poner en peligro la «maltrecha» economía, aunque no ha desvelado cuáles.
Unas medidas que, tal y como ha indicado Ayuso, conoceremos en los próximos días a través de la Consejería de Sanidad. Eso sí, ya ha querido dejar claro que la región, como «motor económico» del país, no puede pararse y que, «como siempre», se buscarán «medidas sensatas y equilibradas» para conjugar la salud y la vida con la economía, que «van de la mano».
También se ha referido a la falta de criterio en ese sentido desde el Gobierno central, lo que nos llevó a una Navidad con medidas diferentes para cada territorio. «Como no hay liderazgo a nivel nacional para ver qué hacemos como país, cada comunidad autónoma está haciendo lo que buenamente puede con la información con la que cuenta y con las herramientas que ha adquirido».
Desde su punto de vista, el tiempo ha demostrado que «los cierres masivos sin estrategia» no han podido frenar la expansión del virus, algo que en la primera etapa de la pandemia se hizo porque era «una necesidad específica», pero en la segunda y en la tercera ola «ya conocemos cómo evoluciona el virus y ahora tenemos que ir a unas soluciones intermedias, que han resultado ser las mejores».
Almeida y Aguado, en línea con la presidenta
Por su parte, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, se ha posicionado también en ese sentido y ha afirmado que «si los números dieran y las autoridades sanitarias así lo entendieran, sería partidario de que no hubiera cierre perimetral en Semana Santa», como sí ocurrió en la Comunidad de Madrid en Navidad o en el puente de diciembre.
«No se puede ignorar que el turismo, y la recuperación del turismo, es una piedra angular para la recuperación económica de España». El regidor ha pedido en todo caso no confundirse «con aquellos que vienen a Madrid simplemente a correrse una juerga», y ha defendido que la capital ofrece «una actividad cultural muy importante» que merece «ser valorada y ser cuidada».
El vicepresidente regional, Ignacio Aguado, coincide en ese objetivo y ha seguido defendiendo que el Gobierno madrileño trabaja para intentar levantar las restricciones «lo antes posible» y lo hará siempre que así lo indiquen las autoridades sanitarias.
Asimismo, ha adelantado que hay otra decisión que se tomará antes que la de «salvar» la Semana Santa. «En los próximos días» se valorará «si levantar o no el toque de queda«, vigente en Madrid de 23:00 a 6:00 horas durante al menos dos semanas más.
PSOE, Más Madrid y Podemos, en contra de relajar las medidas en Semana Santa
Pero ya no hay tanta unanimidad si miramos a la oposición. Los grupos parlamentarios de PSOE, Más Madrid y Podemos en la Asamblea, se han mostrado en contra de una posible relajación de las restricciones sanitarias adoptadas para la contención de contagios de coronavirus.
En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, la portavoz de Podemos en la Asamblea, Isa Serra, ha declarado que «no es momento de avanzar hacia una cuarta ola» y ha criticado que el Gobierno de la Comunidad de Madrid establezca medidas restrictivas «muy tarde» y cuando los datos mejoran, se eliminan las medidas «muy pronto».
«No hay que eliminar restricciones (…), (las Comunidades Autónomas) deben seguir estando cerradas, no se deben aumentar los comensales en terrazas» de hostelería ni en reuniones «para no ir para atrás», ha añadido Serra.
En la misma línea, el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà, ha expresado que «de los creadores de ‘salvar la Navidad’, ahora viene la secuela ‘hay que salvar la Semana Santa'».
«Esta película ya nos la conocemos», ha declarado Gómez Perpinyà, que ha añadido que su final es el de «300 muertos a la semana», por lo que ha apelado al «sentido común» porque las «recetas» para salvar vidas las conocen todos los gobernantes.
«La diferencia está entre quienes quieren adoptarlas y quienes no», ha zanjado.
El portavoz del PSOE, Ángel Gabilondo, ha considerado que «hay que seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias» y ha celebrado que «bajen los datos», pero cree que es «un fallo» relajar medidas porque «nuevamente anticipamos la llegada de una nueva ola».
Un apoyo que sí han encontrado en Vox, donde su portavoz, Rocío Monasterio, ha pedido que se deje «a la gente en paz, que puedan ver a sus familiares, activar sus empresas, trabajar e ir a sus segundas residencias».