Aunque el fin de semana de Madrid no se ha desarrollado entre llamas como sí ha pasado en otras localidades de la geografía española, la realidad es que hay preocupación entre los cuerpos policiales por unas manifestaciones que cada vez son más violentas y están mejor organizadas.
Las marchas que el pasado miércoles se convocaron en la capital para pedir la liberación del rapero Pablo Hasél, desembocaron en graves enfrentamientos entre varios de los allí congregados y los agentes desplegados, que terminaron con decenas de heridos, una veintena de detenidos y una factura en destrozos superior a los 200.000 euros.
Y es que, al igual, que lleva sucediendo en Barcelona desde hace días, lo que menos importa es el motivo por el cuál salir a protestar. El objetivo es «liarla» y hacer el mayor daño posible. Este nuevo modus operandi de los, en su mayoría, jóvenes violentos, preocupa como decimos a los sindicatos de policía, que piden más medios para hacerles frente.
Así, el sindicato Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), mayoritario en la Policía Municipal de Madrid, ha pedido a los responsables del cuerpo dotar a los agentes de más lanzadores de pelotas de goma, pistolas táser (eléctricas) y más equipamiento protector, ante los disturbios producidos en la capital.
En una carta remitida al Cuerpo, el sindicato considera «imprescindible» que los policías tengan más cascos, escudos y táser ya que no se puede «mirar para otro lado» y la «violencia en la calle está escalando a niveles no conocidos con auténticos terroristas callejeros».
En declaraciones a Efe, el CPPM recuerda que en Madrid se han visto «episodios recientes de apedreamientos e intentos de asalto a dependencias policiales» y «se anuncian más disturbios a partir de este fin de semana sin saber cuándo finalizarán».
Por todo ello, han escrito al director de la Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez, para que se dote de nuevos «elementos de autoprotección» a la «mayor brevedad posible».
Consideran que esta protección debería ir en todos los vehículos policiales y el táser debería estar disponible para todos los policías operativos por su función de autoprotección y su carácter no letal.