El tenista español David Ferrer terminó en octavos de final con la andadura de su compatriota Fernando Verdasco en el Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, en un choque intenso a tres sets (5-7, 6-3, 6-4) que se decantó en favor del muro de Jávea, como los 10 últimos duelos entre ambos, imposible de superar para el madrileño, que aun así se despidió de La Caja Mágica con el sonoro reconocimiento de su público.
Se esperaba un duelo de titanes entre un gladiador de la tierra y un madrileño crecido en casa. El choque fratricida no defraudó a una Manolo Santana entregada al intercambio de golpes continuo y alternativas entre ambos. Tras un primer set para cada uno, fue Verdasco el que tuvo primero a su rival contra las cuerdas en el desempate, pero el inagotable Ferru recurrió a su repertorio de supervivencia para citarse ahora con Roberto Bautista o Kei Nishikori en cuartos de final.
Sabedores de lo exigente de la cita, ambos comenzaron muy seguros con su saque en un primer parcial que sirvió para entrar en calor de batalla. Fer gozó de la primera bola de break del encuentro, en el undécimo juego, y no la desaprovechó. A pesar de la defensa numantina de Ferrer, el madrileño se llevó el primer parcial, algo que no había logrado en sus dos anteriores choques en La Caja Mágica (remontó ante García-López y ante Cilic para meterse en octavos).
Haciendo gala de esa capacidad de resistencia, el alicantino salió airoso de la agresividad de Verdasco para comenzar el segundo set. Después, y sin margen de error, Ferrer fue al ataque y manejó el parcial gracias a una rotura en el cuarto juego. El irreductible madrileño aún exigió a su rival un nuevo break, ya que recuperó en primera instancia su saque en el séptimo juego. Tras él, el de Jávea golpeó de nuevo para asegurarse el set de desempate.
Ahí Fer estuvo a un pelo del break en el cuarto juego, pero la bola de Ferrer tocó lo justo la línea. Así salvó los muebles el alicantino para después buscar él su oportunidad. En el séptimo juego el cuarto cabeza de serie logró una rotura vital que, a pesar de las muchas vidas de Verdasco en Madrid, terminó siendo definitiva. El alicantino, muy regular en este 2015 con tres títulos en su haber, despidió a un épico Verdasco que se marchó sin poder al menos igualar su mejor resultado en casa.