La Parroquia de la Virgen de la Paloma, que sufrió una explosión hace una semana y que tuvo como consecuencia cuatro víctimas mortales, ha desmentido “tajantemente” que existiera cualquier “tipo de anomalía” en la instalación o el mantenimiento de las siete calderas de gas del edificio.
Fuentes de la parroquia han explicado a Efe que en el momento del siniestro tanto la inspección del gas como los aparatos cumplían todos los requisitos legales establecidos para las calderas de estas características, menos de 70 kilowatios.
Esta documentación fue entregada en la comisaría de Leganitos el pasado 21 de enero, un día después de la explosión del edificio, ubicado en la calle Toledo.
Fuentes de la parroquia señalan que habían pasado las revisiones pertinentes
Desde la parroquia señalan que todas las calderas y la instalación habían pasado en el tiempo establecido todas las revisiones pertinentes y “nunca han sido manipuladas por nadie ajeno a la empresa encargada de su mantenimiento y revisión periódica”.
El párroco, Gabriel Benedicto, garantiza que «yo mismo firmé en su día con la empresa homologada el contrato de mantenimiento de todas las calderas del complejo parroquial, y os aseguro que éstas han pasado satisfactoriamente las revisiones pertinentes».
El olor a gas
En el segundo comunicado de la Parroquia de la Paloma señalan que: «Hay otro aspecto completamente nuevo para mí: el olor a gas se percibía con claridad desde la calle Toledo. Así lo atestigua un feligrés que diez minutos antes de la explosión estaba muy cerca de la acometida (suministro del gas) del edificio parroquial, casi a la altura del telefonillo. Varios peatones, además, aseguran haber olido a gas al pasar por La Paloma en la hora previa a los hechos. Cuantos más datos precisos consigamos reunir, mejor podremos esclarecer lo sucedido. Por eso, os invito a que nos contéis cualquier cosa que recordéis al respecto, bien a nosotros bien a la Policía. El más nimio detalle puede ser fundamental».
Fuentes de la investigación advierten que había calderas no registradas
Según dijeron a Efe fuentes cercanas a la investigación, tres de las siete calderas del edificio no estaban registradas en la Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid. Fuentes del Gobierno regional han explicado a Efe que la ley ha variado con los años y no todas las calderas tenían la obligación de ser registradas.
Los técnicos regionales analizan ahora la documentación presentada ya que deben conocer de qué año y con qué legislación fueron instaladas.