El párroco de la iglesia Virgen de la Paloma, Gabriel Benedicto, ha asegurado este martes que él mismo firmó en su día los contratos de mantenimiento de todas las calderas del complejo parroquial y que éstas habían pasado satisfactoriamente las revisiones pertinentes.
Fuentes cercanas a la investigación han señalado a Efe que tres de las siete calderas de gas del edificio parroquial que explotó en la calle Toledo en Madrid hace seis días no estaban registradas en la Dirección General de Industria de la Comunidad.
Sin embargo, el párroco mantiene en su comunicado que ellos siempre han seguido «de forma escrupulosa las indicaciones de la empresa instaladora».
«Puedo garantizaros que yo mismo firmé en su día con la empresa homologada el contrato de mantenimiento de todas las calderas del complejo parroquial, y os aseguro que éstas han pasado satisfactoriamente las revisiones pertinentes», afirma.
Gabriel Benedicto indica asimismo que el día de la explosión «el olor a gas se percibía con claridad desde la calle Toledo» tal como lo atestigua un feligrés «que diez minutos antes de la explosión estaba muy cerca de la acometida (suministro del gas) del edificio parroquial, casi a la altura del telefonillo».
Varios peatones, además, aseguran haber olido a gas al pasar por la Paloma en la hora previa a los hechos, señala el párroco, que pide la colaboración ciudadana para poder esclarecer lo sucedido.
«Os invito a que nos contéis cualquier cosa que recordéis al respecto, bien a nosotros bien a la Policía. El más nimio detalle puede ser fundamental».
En el comunicado, el párroco relata cómo según pasa el tiempo desde el día de la explosión, «el dolor lentamente va dando paso a la reflexión, y los recuerdos o vivencias van encajando paulatinamente».
«Ahora sé que todos los fallecidos estaban fuera del edificio siniestrado desde el principio», destaca Benedicto, que indica que las cuatro personas muertas a causa de la explosión fueron encontradas en la calle Toledo «fuera del edificio parroquial».
El párroco desconoce cómo estas cuatro personas llegaron hasta allí y pide la colaboración de los vecinos o viandantes que pudieran haber hecho fotos o vídeos durante los minutos inmediatamente posteriores a la explosión, para que los hagan llegar al correo [email protected].
«Estoy convencido de que así podremos seguir avanzando para acercarnos cada vez más a la verdad», concluye.