«El pueblo de Madrid en recuerdo a las víctimas de la Covid-19 y en especial a aquellas que fallecieron en soledad». Así reza el texto que recoge la placa colocada en la fachada de la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, descubierta este fin de semana durante el acto homenaje a las víctimas de la Covid-19 organizado por la Comunidad de Madrid.
Un recuerdo especialmente dirigido a las 57 personas muertas en Madrid por culpa del coronavirus y cuyos restos nadie reclamó, de modo que se quedaron en el Instituto de Medicina Legal, una de las tres morgues provisionales que habilitó la Comunidad durante la primera ola de la pandemia, hasta que el Gobierno regional asumió su inhumación.
Son la cara más cruda de una pandemia que ha tenido su epicentro nacional en la Comunidad de Madrid, donde la Covid-19 se ha llevado más de 17.000 vidas: 11.020 fallecidos en hospitales, 4.892 en centros sociosanitarios, 1.063 en sus domicilios y 30 en otros lugares.
Para ellos iba dirigido el «sentido homenaje» organizado este domingo en la sede de la Comunidad de Madrid, al que asistió el Ejecutivo regional al completo, además del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís.
El resto de partidos no fueron invitados al homenaje porque se trataba de «un acto de Gobierno y por eso no estaban invitadas otras instituciones», decisión muy criticada por la oposición, tachando el acto de «propaganda».
En la declaración institucional posterior al acto, llevada a cabo por los propios Ayuso, Almeida, Villacís y el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, todos coincidieron en la idea de promover el diálogo y la cooperación, precisamente en un momento de enconada confrontación entre las instituciones madrileñas y el Gobierno de Pedro Sánchez, después de que este declarara el viernes 9 de octubre el estado de alarma en la capital y otros ocho municipios de la región.
Ayuso llamó a «luchar juntos» para afrontar «la etapa más difícil» experimentada «en décadas» por España, declarando: «Dialoguemos, pactemos políticas comunes, hablemos con los ciudadanos para recordarles que el virus sigue entre nosotros, especialmente en espacios cerrados, en ambientes privados».
Más adelante, preguntada por los periodistas, añadió: «Las medidas sensatas que estábamos aplicando en la Comunidad de Madrid se demuestra que estaban funcionando, y por eso a mí me gustaría negociar con el Gobierno de España cómo seguir aplicándolas con su ayuda para que, juntos, cada vez sean más eficaces».
Martínez-Almeida subrayó que «la memoria de todos aquellos que han fallecido» interpela a los representantes públicos a dar «lo mejor de sí mismos», recalcando la necesidad de generar «confianza, tranquilidad y certidumbre» para construir una sociedad «que de verdad se asiente sobre los valores de la convivencia (…) del esfuerzo y del trabajo».
Por su parte, Aguado prometió que «todas las administraciones» van a trabajar juntas para alcanzar «una sociedad más fuerte, unos gobiernos más unidos y un país más comprometido, si cabe», en la lucha contra la pandemia.
Para terminar, Villacís añadió que «no es momento de hacer otra cosa que no sea unirse, trabajar conjuntamente y trabajar con lealtad», al tiempo que definió este acto como una «reivindicaición» de la «solidaridad» de la primera ola.