Los autónomos madrileños temen que uno de cada cuatro de sus negocios desaparezcan si las nuevas restricciones impuestas en Madrid para tratar de contener la propagación de la covid-19 se prolongan por más de un mes.
«Si este pseudoconfinamiento dura más de un mes, uno de cada cuatro autónomos tendrá muy difícil salvar su actividad empresarial», ha advertido este lunes a Efe la presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Madrid, Elena Melgar.
La patronal coincide con la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM) en que estas restricciones impuestas en determinados municipios madrileños, incluido el de la capital, con confinamientos perimetrales y limitaciones de aforos, pueden suponer pérdidas de hasta 600 millones de euros semanales en todo el tejido empresarial.
Así, en solo las dos semanas que como mínimo podrían mantenerse las restricciones, el impacto negativo podría superar los mil millones, ha apuntando a Efe un portavoz de CEIM.
Con estas previsiones, desde la Comunidad de Madrid aseguran que el PIB regional se contraerá un 17 % y se perderán 18.000 empleos cada semana, con el consiguiente efecto que ello tendrá en el conjunto de la economía española.
UNA «RUINA» PARA LA HOSTELERÍA
Uno de los sectores que se espera que sufra un mayor impacto por las nuevas restricciones en Madrid es la hostelería, que tendrá que modificar sus horarios de apertura para cerrar como máximo a las once de la noche, no pudiendo admitir nuevos clientes a partir de las diez.
La patronal Hostelería de Madrid considera que estas medidas son una «ruina» para el sector, ya que provocará una caída de las cenas, por lo que se verán obligados a adelantar el primer turno de cena a las ocho.
Además de afectar económicamente a restaurantes y bares, el cliente también notará este cambio de horario, con locales que solo aceptarán clientes en las terrazas si van a cenar.
Los datos de la patronal madrileña de hostelería apuntan a una caída de ingresos que en algunos establecimientos alcanza ya el 75 % respecto a hace un año, ya que a las limitaciones de horario se suman las de aforo y la prohibición de servir en barra.
«Las cenas son en torno a un 15 % de las ventas del sector, la obligación de dejar de recibir clientes a las diez y acabar a las once supone recortar muchísimo el número de cenas que servimos», detalla Juanjo Blardony, director general de Hostelería de Madrid, quien asegura que las medidas «restringen el consumo» porque desaniman a la gente a salir de casa.