Los municipios de la Comunidad de Madrid afrontan el mes de septiembre con una versión Covid-19 de las fiestas patronales, o directamente sin ellas, marcadas por las restricciones para tratar de evitar contagios. Y con medidas más severas que los meses de julio y agosto, tales como el cierre de parques públicos, cines de verano y piscinas municipales.
En la zona sur de la región, más golpeada por la pandemia, Fuenlabrada ha suspendido las actividades culturales, ha adelantado el cierre de parques y ha clausurado ya su piscina municipal. En Parla, el gobierno municipal ha adelantado también el cierre de las piscinas municipales y parques y ha suspendido temporalmente las actividades grupales y los entrenamientos en campos de fútbol y en pabellones deportivos. Y el Ayuntamiento de Alcorcón ha decidido volver a peatonalizar durante los fines de semana tres calles de su centro urbano para facilitar la distancia de seguridad y Chinchón ha optado por suspender el cine de verano y el mercadillo semanal, entre otras medidas.
No habrá este mes de septiembre fiestas patronales o populares en prácticamente ningún municipio madrileño después de que los ayuntamientos decidieran cancelarlas para evitar riesgos.
Aranjuez ha suspendido este año sus Fiestas del Motín, declaradas en 2014 de Interés Turístico Internacional, y a finales de agosto San Sebastián de los Reyes no ha celebrado sus tradicionales y multitudinarios encierros.
En Pozuelo de Alarcón, en homenaje a los festejos perdidos, el balcón del ayuntamiento lucirá los pañuelos de las siete peñas de la localidad, en honor de la patrona, Nuestra Señora de la Consolación.
Las peñas ofrecieron su colaboración para que se cumplan las medidas para evitar contagios y han decidido por unanimidad no hacer actividades, un apoyo que les agradeció la alcaldesa, Susana Pérez Quislant. Los Mingas, El Albero, Seis y Medio Las Domingas , La Kalle, El Botijo y La Estación. Gran ejemplo a seguir.