Vivimos otro paso hacía la “podemización” y probable “desaparición” del PSOE. La imposición por decreto del sistema de índices de referencia de precios de alquiler, es decir, la regulación de los precios de alquiler, que según el gobierno socialcomunista impondrá el precio que se debe cobrar por el arrendamiento de una vivienda, es un paso más hacía las políticas radicales del gobierno de Pedro Sánchez.
En las promesas electorales para las elecciones de 2016 y 2019, las propuestas en materia de vivienda del Partido Socialista y en concreto con respecto al alquiler de vivienda, eran entre otras la de mantener la desgravación en el IRPF del 60%, establecer garantías para el cobro de los arrendatarios, mantener las ayudas al alquiler o aumentar el parque público de viviendas en alquiler, propuestas todas ellas discutibles, debatibles pero sensatas.
Miembros del gobierno de Sánchez como la vicepresidenta Nadia Calviño, han declarado que es un grave error la regulación del precio de alquiler y que donde se han impuesto, no sólo no han funcionado, si no que han encarecido los precios como el 36% en Berlín y además han fomentado la economía sumergida, incluso el Banco de España advirtió a Sánchez hace unos meses que estos controles sobre las rentas, pueden generar efectos adversos significativos.
Pero el cambio de opinión, criterio y de políticas de este nuevo PSOE es preocupante. Donde antes defendían el derecho a la propiedad, ahora compran las doctrinas de Pablo Iglesias y hablan abiertamente de “movilizar viviendas vacías”, es decir, imponer que quien tiene una segunda residencia la saque al mercado con amenazas de expropiación; donde antes hablaban de seguridad jurídica ahora votan en contra de una Ley Antiokupación en el Congreso de los Diputados; donde antes hablaban de garantías para el cobro ahora aprueban este infame decreto donde quieren imponer los precios al que una familia debe alquilar la casa que han comprado gracias a su ahorro y que en muchos casos supone una ayuda complementaria a su renta o jubilación.
El Partido Socialista debe volver al sentido común, a las políticas que aunque debatibles, han practicado en sus años de gobierno y han plasmado en sus propuestas electorales, recetas que para ayudar al mercado del alquiler saben que funcionan como la simplificación de trabas burocráticas, los arbitrajes entre arrendador y arrendatario, los seguros para cubrir impagos, la seguridad jurídica, estabilidad normativa, la rehabilitación de viviendas, tolerancia cero frente a la okupación, las ayudas a los jóvenes, aumentar la oferta de viviendas creando incentivos fiscales, en definitiva, propuestas que piensen en las familias españolas, y no estas doctrinas comunistas que son todo lo contrario.