Preocupación en la Comunidad de Madrid por la posibilidad de que el aeropuerto de Barajas se convierta en una puerta de entrada de casos importados de COVID-19 cuando se produzca su reapertura.
Así lo ha expresado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, quien considera que este regreso total de las actividades comerciales a Barajas constituye «una de las grandes preocupaciones» para la consejería, y así se lo han hecho saber al Ministerio de Sanidad.
La vuelta a las operaciones en el aeródromo coincidirá previsiblemente con el paso a la fase 3 de la región el próximo 22 de junio (a la vez que la finalización del estado de alarma nacional) y sobre todo, tal y como anunció ayer Pedro Sánchez, con el fin de la obligación de cuarentena para los viajeros de los países del espacio Schengen, salvo Portugal, previsto para el día 21 de este mismo mes.
Ante esta previsión, el consejero ha recalcado que «ya se empieza a notar otra vez la detección de nuevos casos importados en todo el Sistema Nacional de Salud», por lo que hay que valorar «cómo viene» el paciente y ver «cuál es la actuación de Sanidad Exterior y cuál será la de la Comunidad de Madrid cuando esté en nuestro territorio y se vaya a quedar aquí».
Para Ruiz Escudero, esa actuación «es fundamental y es uno de los puntos clave», porque al inicio de la pandemia «casi el 80 por ciento de los casos que llegaron eran importados del norte de Italia».
Pero inquieta aún más la llegada masiva de vuelos procedentes de países donde la pandemia sigue yendo a más, como los latinoamericanos, cuando se elimine la cuarentena a los ciudadanos que lleguen a España en julio. Recordemos que el propio Sánchez informó que el día 1 del próximo mes se abrirán escalonadamente las fronteras con terceros países «seguros» incluidos en una lista consensuada a nivel europeo.
Habrá tres requisitos: su situación epidemiológica tiene que ser análoga o mejor que la de la UE; se deberán cumplir ciertas condiciones sanitarias en origen, trayecto y destino; y tendrá que haber reciprocidad, es decir, esos países deberán aceptar también pasajeros procedentes de la Unión Europea.
«Queremos que turismo y seguridad sanitaria vayan de la mano. Turismo, sí; intercambio, sí; apertura, sí. Seguridad y salud, también», recalcó el Presidente.
Un experimento que podremos ver desde este mismo 15 de junio en Baleares, con un proyecto «piloto» que implicará la llegada al archipiélago en los próximas dos semanas de 10.900 turistas alemanes.
Esta experiencia permitirá verificar las medidas de seguridad que se aplicarán en esta temporada turística y aprender para los próximos meses, apuntó Sánchez, que ha calificado la apertura de las fronteras como un momento «crítico».
Madrid, teniendo en cuenta el tráfico del aeropuerto de Barajas, se mantiene expectante ante esta eventualidad y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido al Gobierno un plan específico para el aeropuerto.
Un aeropuerto, el de Barajas, que ha concentrado toda su actividad en la T4 y que cuenta con carteles informativos, dispensadores de gel hidroalcohólico, marcas y huellas de distanciamiento; mensajes en pantallas digitales; mamparas protectoras y mensajes de megafonía que cada poco informan a los pasajeros de la obligación de llevar puesta la mascarilla o de mantener la distancia personal.
Según el Real decreto 21/2020, Aena deberá «poner a disposición de Sanidad Exterior los recursos humanos, sanitarios y de apoyo necesarios con el fin de garantizar el control sanitario de la entrada de pasajeros de vuelos internacionales», entre ellos el control de temperatura corporal cuando finalice el estado de alarma.