Más de trescientas piezas de obra plástica, fotografías y documentos homenajean en Madrid al exilio republicano, al medio millón de hombres y mujeres que en 1939 cruzaron la frontera con Francia huyendo del franquismo para afrontar la nostalgia y, en muchos casos, el horror.
En el ochenta aniversario de «la retirada», La Arquería de Nuevos Ministerios acoge la gran muestra «1939 Exilio republicano español», con la que se recuerda a quienes se fueron a través de sus testimonios, las imágenes de su huida por los Pirineos o de los campos de concentración en los que fueron recluidos y las obras artísticas que muchos crearon en los países de acogida.
Fotografías de David Seymour, Robert Capa o Agustí Centelles muestran la dureza de su viaje, a pie y con el petate al hombro como única pertenencia, mientras que las instantáneas de Francesc Boix recogen el horror que vivieron los españoles recluidos en el campo de exterminio de Mauthausen.
La muestra reúne importantes obras de la intelectualidad española que dejó España para cruzar primero a Francia y continuar su exilio después en los países latinoamericanos que abrieron sus puertas a los republicanos, especialmente México, pero también Chile, Argentina o Rusia.
Junto a obras de Picasso y Miró, que unieron sus voces a los refugiados antifranquistas, se exponen piezas de Maruja Mallo, Alberto Sánchez o Pablo Serrano y se recuerda a Rafael Alberti, Francisco Ayala, María Teresa León o Manuel Azaña, con la exhibición de la mesa de trabajo del presidente de la república durante su exilio en Francia, sobre la que firmó su dimisión.
El recorrido de esta gran exposición, comisariada por Juan Manuel Bonet, dirige a una segunda muestra, «Caminos del exilio», que recoge las fotografías inéditas de Philippe Gaussot descubiertas por su hijo Jean-Philippe en una maleta tras la muerte del padre.
Miembro del Comité Nacional Católico de Ayuda a los Vascos, Gaussot captó el caos y la angustia del éxodo republicano, su reclusión en los campos de concentración franceses instalados en la playa y las colonias infantiles que acogieron a innumerables niños españoles.
Completa el homenaje la exposición «La sangre no es agua», en la que el artista francés Pierre Gonnord retrata y da voz a los supervivientes y descendientes del exilio en Francia.
La muestra permanecerá abierta hasta el 31 de enero.