Los madrileños se sitúan en la media nacional de depresión entre los adultos de 55 a 75 años, lo que supone un 18% los que sufren dicha enfermedad. Así lo ha confirmado Vivaz a través de su estudio “Jubillennials: el impacto de la jubilación”. En lo alto de la tabla encontramos a la Comunidad Valenciana, con un 22,8%, Andalucía con un 22,5% y las Islas Canarias con un 21,2%.
Y es que la palabra “jubilación” para muchos supone la temida falta de productividad y motivación, no obstante, los números hablan por si solos: los españoles de 55 a 64 años con síntomas de depresión es un 27% mayor que el de los ciudadanos de 65 a 75 años.
Todo ello tiene una razón y es el adoptar hábitos más saludables en el estilo de vida que, por lo general, suelen darse cuando se pone fin a la etapa laboral. Atrás queda el sedentarismo y el estrés causado por el trabajo, según un estudio, los jubilados entre los 65 y los 75 años realizan ejercicio de forma habitual hasta un 28% más que años anteriores y acostumbran a seguir ditas saludables, como la dieta mediterránea. Además, también asegura que los malos vicios se pierden (alcohol, tabaco) y en general su vida social se ve más beneficiada, fundamental a la hora de prevenir algunas enfermedades.
En el tema médico, también toman más conciencia las personas en ese rango de edad a la hora de acudir al médico (9% más frecuente que en años anteriores) o realizarse análisis de sangre (10% más). Pero, sin ninguna duda, donde reina el aumento de frecuencia es en el dentista (93% más), oftalmólogo (60% más) y fisioterapeutas (49%).
Sin embargo, la depresión todavía se ve presente en un 18% de los madrileños entre 55 y 75 años (y un 18,5% en todo el país) y muchos de ellos no adoptan los nuevos hábitos que la jubilación les brinda, lo que sumado a la edad les genera problemas de salud.
Manuel Castillo, Presidente Científico de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad asegura que “estamos ante una generación que no solo es la más longeva de la historia, sino que además goza de una mayor calidad de vida”. A lo que dice Castillo, le acompañan unos precedentes que solo tiene España: ser el país más sano del planeta, según el índice Bloomberg Helthiest 2019, y con ello ser el segundo país con la esperanza de vida más alta, tras Japón.