Las salas de teatro tienen muchas butacas libres a no ser que se promocione mucho una obra como es el caso de los musicales como El rey león o porque los actores sean muy reconocidos y seguidos como con Rojo protagonizada por Ricardo Gómez y Juan Echanove. Los cambios en el consumo del teatro nos advierten de qué preferimos y por qué.
El teatro a pesar de la poca práctica que tiene en nuestro país se trata de una actividad recomendable que mejora la memoria según ya ha demostrado Helga y Tony Noice del Elmhurst College con un estudio. Otro de sus aspectos beneficiosos es que frena el envejecimiento patológico que es el que viene por el simple hecho de que una persona se hace mayor como, por ejemplo, el Alzheimer. Favorece la empatía lo cual sin duda va a ser positivo en nuestras relaciones sociales porque nos abrirá un mayor espacio a la comunicación. Esto pone en duda el por qué los españoles disfrutan tan poco del teatro a pesar de todos sus beneficios.
Según un estudio realizado por We are testers el género teatral favorito con un 88% es la comedia al que le siguen los musicales con un 58% y los monólogos con un 55%. Estas cifras representan a la perfección que lo que busca el espectador teatral es evadirse y divertirse. Esto muestra los cambios en el consumo del teatro que se han dado. Antes tiene una mayor presencia el teatro de obras clásicas las cuales ni salen reflejadas con un alto porcentaje en el estudio.
No obstante, como ya hemos mencionado, son pocas las personas que acuden a un teatro y esto, según el mencionado estudio, se produce en primer lugar por el precio de las entradas. A este motivo le sigue el hecho de preferir otras alternativas de ocio como el cine y los eventos deportivos (de gran importancia en nuestra cultura), la falta de publicidad y cultura teatral. La difusión que se le da a las obras teatrales se observa en que solo aparece en la cartelería del metro y algunos diarios. Esto no sucede con excepciones tales como los musicales de Disney que invierte una gran cantidad de su presupuesto de publicidad.
Un análisis de la situación nos muestra los cambios en el consumo del teatro. Uno de ellos es que es accesible únicamente a una parte de la población partida por su economía. Esto se incentiva como la falta de cultura de acudir a un teatro por lo que no se hacen grandes esfuerzos. No obstante, esta actividad que tiene grandes beneficios debería de ser practicada con mayor frecuencia porque nos lo agradecerá nuestro cuerpo.