Cada mes de agosto la capital española se llena de gente, pero no por el turismo sino por las verbenas. Las antiguas celebraciones de San Cayetano, San Lorenzo y la Virgen de la Paloma forman la trilogía de agosto en Madrid. Todas coinciden y se fusionan como si fuesen una.
La trilogía de agosto en Madrid comenzaron con la Fiestas de San Cayetano. Le sigue San Lorenzo y la Virgen de la Paloma el día 15. Cada fiesta tiene un día clave de celebración, pero se ‘estiran’ unos días más para que las fiestas se vayan sucediendo y se prolonguen más allá de una semana.
Las fiestas de San Cayetano y San Lorenzo se celebran las dos en el barrio Lavapiés mientras que la Virgen de la Paloma realiza su celebración en La Latina.
Las iglesias de los dos santos tienen la peculiaridad de que fueron quemadas. La primera en 1936 y tras ello surge la tradición de ir todos los viernes a la capilla, personas importantes, como los reyes y los nobles. La segunda se incendió antes, en 1851, y tras ello se construyó una nueva que no mantiene la estética original.
A diferencia de esto la festividad de la Virgen de la Paloma se caracteriza porque un bombero es el encargado de bajar el cuadro de ésta de su retablo y tras ello se inicia la Procesión.
Su origen procede de la exposición de dicho cuadro por parte de una vecina en el siglo XVIII. A la virgen en ese momento se le llamaba Virgen de la Soledad por su expresión. Tal fue la popularidad que tuvo que inspiró una zarzuela llamada La verbena de la Paloma.
Durante la celebración de la trilogía de agosto en Madrid se hacen concursos de trajes típicos como de goyescos, manolos y chisperos. El baile por excelencia es el chotis. Los balcones son decorados con mantones de Manila y las calles con guirnaldas de papel.