«Gracias por el podcast». Estamos seguros de que has contestado con esta frase, en más de una ocasión, a alguno de esos contactos de Whatsapp que te cuentan su vida y milagros a través de audios. Sin embargo, quizá te interese saber que los madrileños somos unos de los más afortunados con esta nueva práctica de la era digital.
Y es que, según un reciente estudio de la plataforma de aprendizaje de idiomas Preply, no todas las ciudades españolas utilizan este formato con la misma frecuencia. En particular, Madrid se posiciona como una de las ciudades donde menos se recurre a este medio, con una media de tan solo 3,9 notas de voz enviadas o recibidas al día.
A pesar de ser la capital de España y un epicentro con prisas continuas de actividad social y profesional, Madrid se encuentra entre las localidades en las que más segumos optando por el método tradicional del teclado. Así, en el ranking de las veinte principales urbes del país, Madrid ocupa una de las últimas posiciones, solo superada por Vitoria (3,6 audios diarios). Esto contrasta fuertemente con otras zonas de España, como Santa Cruz de Tenerife (8,6), Granada (7,6) y Córdoba (7), donde el uso de este medio de comunicación es mucho más frecuente.

¿Por qué se usan menos notas de voz en Madrid?
Curiosamente, y aunque pudiera parecer lo contrario, una de las razones detrás de esta tendencia puede estar relacionadas con el ritmo de vida acelerado de la ciudad. Madrid es un centro económico y empresarial donde la comunicación rápida y eficiente es clave. En entornos laborales y profesionales, los correos electrónicos y los mensajes de texto suelen ser los formatos más utilizados, ya que cuesta más redactarlos… pero mucho menos leerlos, lo que podría explicar por qué los madrileños optan por herramientas de comunicación más directas y formales.
Además, la dinámica social de Madrid también influye en esta estadística. Con una extensa red de transporte público y un alto volumen de interacciones cara a cara, los madrileños pueden tener menos necesidad de enviar audios en comparación con otras regiones donde la distancia y la falta de contacto presencial juegan un papel más importante en la comunicación cotidiana.
También hay que tener en cuenta la cuestión de la edad. Mientras que, a nivel nacional, la Gen Z encabeza el uso de este formato, intercambiando una media de 7,2 audios al día, seguida de cerca por los millennials, con 6,8, las generaciones seniors parecen inclinarse por otros métodos de comunicación, ya que los X gestionan 4,5, y los boomers, tan solo 3 al día.

Las ventajas y desventajas de los audios
El estudio de Preply también resalta los motivos por los cuales los españoles utilizan o evitan las notas de voz. En el caso de Madrid, la baja frecuencia de uso podría estar influenciada por algunos de los inconvenientes más mencionados a nivel nacional:
- Duración excesiva: Un 53,7 % de los encuestados considera que los audios pueden volverse largos y aburridos.
- Inoportunidad: Un 52,2 % señala que recibir una nota de voz en momentos inapropiados puede ser molesto, algo que en una ciudad con un ritmo tan vertiginoso como Madrid puede ser un factor determinante.
- Prioridad del emisor sobre el receptor: Más de un 20 % de los encuestados percibe que quien envía audios a menudo prioriza su comodidad sobre la del destinatario, lo que podría no encajar con la cultura de comunicación pragmática de la ciudad.
En todo caso, los audios también presentan ventajas innegables. Entre los motivos más comunes para su uso está la posibilidad de transmitir información compleja que sería difícil de redactar por texto (37 %), la conveniencia de enviarlos mientras se realizan otras actividades (35 %) y la capacidad de expresar emociones de forma más clara (31 %).
Uno de los hallazgos más curiosos del estudio es la duración ideal de una nota de voz. Mientras que los españoles consideran que un audio de 33 segundos es el tiempo perfecto para transmitir un mensaje sin resultar tedioso, en Madrid, donde se valora la brevedad y la eficiencia en la comunicación, es posible que esta duración ideal sea incluso menor.
A pesar de ser una de las ciudades (y regiones) más tecnológicamente desarrolladas de España, en Madrid se refleja un enfoque diferente hacia la comunicación digital en comparación con otras comunidades del país. Su menor uso de notas de voz podría estar relacionado con su cultura de interacción directa, su ritmo de vida acelerado y la preferencia por formas de comunicación más concisas y estructuradas.
No sabemos si esta tendencia se revertirá en el futuro, pero si tenemos clara una cosa. A los madrileños, de momento, no nos gusta grabar podcast personalizados.