Con el auge del e-commerce y el sempiterno estilo de vida acelerado en grandes ciudades como Madrid, cada vez es menos frecuente que tengamos paciencia para quedarnos en casa a esperar la entrega de esos paquetes que sabemos que están en camino… pero que no sabemos a qué hora exacta van a llegar.

Un cambio de paradigma que ha llevado a un aumento en la demanda de soluciones logísticas que se adapten a las nuevas necesidades de los ciudadanos, como las entregas en «smart lockers» o taquillas inteligentes. En lugar de depender de la disponibilidad de una persona en el hogar para recibir un pedido, estas consignas permiten a los usuarios recoger sus paquetes en cualquier momento del día.

Este tipo de servicios, que cada vez utilizamos más, normalmente está gestionado por empresas privadas, aunque esto podría cambiar pronto.

Hacia un servicio municipal de «smart lockers»

En este contexto, el Ayuntamiento de Madrid ha estado realizando un trabajo exhaustivo para mejorar la distribución urbana de mercancías (DUM) mediante el análisis de datos y la implementación de nuevas tecnologías. Entre las medidas que se están considerando se encuentra el despliegue de los mencionados «smart lockers» en espacios públicos, permitiendo a los residentes y empresas gestionar sus pedidos de una forma más eficiente. Estas taquillas multicliente podrían revolucionar la forma en que se distribuyen y reciben mercancías en la ciudad, agilizando la logística de última milla y reduciendo los tiempos de espera.

Este tipo de consignas permitiría que varios usuarios, tanto particulares como empresas, utilicen un mismo sistema para recibir y gestionar sus envíos. Además, se está considerando la mejora de las zonas de carga y descarga mediante una aplicación que facilitaría la reserva de espacios por franjas horarias, optimizando el uso del espacio público. Asimismo, se prevé la creación de cuatro nuevos hubs logísticos en la planta -1 de diversos parkings, cuya licitación se pondrá en marcha próximamente. Estos hubs serían fundamentales para consolidar el reparto de última milla, es decir, el trayecto final que recorren los productos hasta llegar al consumidor final.

9 de cada 10 madrileños los usarían

Desde EMT Madrid se ha subrayado que, según los estudios llevados a cabo, un 90% de los madrileños estarían dispuestos a utilizar estas consignas siempre que se encuentren cerca de sus domicilios o lugares de trabajo. En este sentido, se han elaborado mapas de calor que muestran las zonas de la ciudad donde sería más óptimo instalar estos dispositivos y, entre los barrios que se han identificado como prioritarios para su despliegue se encuentran Carabanchel, Vistalegre, La Latina y Buena Vista.

Sin embargo, aunque el proyecto parece prometedor, todavía enfrenta ciertos desafíos, como la resolución de aspectos jurídicos que permitirían su implementación. Desde EMT se ha hecho hincapié en que el principal obstáculo es la dificultad de obtener espacios en zonas públicas para instalar estas taquillas, lo que retrasa su desarrollo.

A pesar de los retos que presenta, el proyecto sigue siendo una prioridad para el Ayuntamiento, aunque no se puede asegurar que llegue a materializarse en su totalidad. La idea sería crear una red de lockers multimarca gestionada de forma centralizada, ya sea a través de un operador único o mediante una colaboración con empresas de movilidad, como el modelo de Citybox.

Esta iniciativa sería especialmente útil en un contexto donde algunos operadores privados, como Correos, han reducido su red de taquillas, mientras que otros, como InPost o GLS, están ampliando la suya. Si se lograra implementar un sistema público de consignas, se podría crear una infraestructura neutral que permita a varios operadores trabajar de manera conjunta, mejorando así la eficiencia de la distribución urbana de mercancías.

Apuesta por la última milla… con «peros»

Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid también está apostando por el desarrollo de hubs logísticos para optimizar el reparto de última milla. Estos centros de distribución no solo facilitarían el almacenamiento temporal de mercancías, sino que estarían equipados con puntos de recarga eléctrica de alta potencia, plazas rotacionales, estaciones de bicicletas, y espacios dedicados a vehículos comerciales ligeros y de reparto

Además, se integrarían lockers en estos hubs, lo que permitiría a los usuarios recoger sus pedidos de manera rápida y eficiente. Fuentes de EMT han destacado que ya se han puesto en marcha hubs en zonas clave como Canalejas y Recoletos, mientras que otros se encuentran en construcción en Plaza España, Colón, Pitis y Benavente. Estos centros de distribución desempeñarán un papel crucial en la modernización del sistema logístico de la ciudad.

Sin embargo, han querido avisar de que la implementación de estas medidas representa un desafío financiero considerable. Los fondos europeos que en su momento facilitaron la inversión en este tipo de proyectos ya se han agotado, lo que significa que el Ayuntamiento tendrá que asumir un desembolso importante para seguir adelante con la construcción de hubs y la instalación de lockers.

Además, aunque estos hubs y taquillas mejorarían la movilidad y la logística urbana, ceder espacio público para su construcción podría generar una pérdida de ingresos a corto plazo, dado que estos espacios generan menos dinero en comparación con otros usos. A pesar de ello, el Ayuntamiento está decidido a seguir invirtiendo en la mejora de la distribución urbana de mercancías, entendiendo que los beneficios a largo plazo en términos de eficiencia, sostenibilidad y calidad de vida para los ciudadanos superarán los costos iniciales.