miércoles, octubre 23, 2024
14.1 C
Madrid

Desmontando teorías de la ¿conspiración?

"El miedo es un alimento que nos gusta y saben (otra vez esta palabra) que los consumimos con un apetito voraz"

Hace aproximadamente un mes tuve que viajar a Polonia por motivos de trabajo. En una de esas conversaciones de networking que surgen rato después de las actividades programadas, pasamos de lo profesional a lo mundano y, no recuerdo muy bien cómo, surgió el tema de las teorías de la conspiración.

Llevo ya unos cuantos años escribiendo en Madrid es Noticia, en estos momentos como redactor. Sin embargo, mis primeras colaboraciones fueron columnas de opinión en las que, con ganas pero con menor experiencia vital, divagaba sobre temas de actualidad.

De esos primeros pasos recuerdo especialmente dos artículos que exagero si digo que me persiguen, pero que desde luego ya no representan nada de lo que pienso ahora. En el primero de ellos me refería a una época de calor inusual en Madrid y, en el segundo, más cercano en el tiempo, a esos primeros días de confusión y miedo con el cierre total que nos trajo la pandemia de Covid-19.

- Publicidad -

En ese texto sobre el calor, me refería a que las altas temperaturas que estábamos experimentando en una época concreta del año no eran «buen tiempo», sino una manifestación más del cambio climático. Entonces estaba convencido de que todas las noticias que leíamos sobre un aumento extremo de los termómetros y la inminente conversión de España en un desierto eran objetivas, didácticas, y que solo querían prevenirnos de un destino fatal.

No soy científico, y quizá el tiempo me demuestre lo contrario, pero cada día que pasa estoy más convencido de que todas las alertas sobre olas de calor, lluvias torrenciales o vientos huracanados están sacadas de contexto y obedecen a algún tipo de campaña para que nosotros, crédulos ciudadanos de a pie, compremos un nuevo mantra que lleva de la mano otras imposiciones como el fin de los vehículos térmicos o la reducción del consumo de carne.

Lo que más me preocupa es que parece estar surtiendo efecto. Si pintamos un mapa del tiempo con tonos anaranjados, rojos y negros, impacta mucho más que si la escala comienza en un amable azul y solo se torna naranja cuando las temperaturas de verdad son preocupantes. Saben (sí, ya sé que con este «saben» impersonal parece que hablo de logias ocultas, pero me refiero a todas aquellas empresas, entes, medios que sacan rédito de estas cuestiones) que nos lo vamos a creer.

- Publicidad -

Lo certificaron en los años más oscuros del coronavirus, el tema del segundo artículo de opinión al que hacía referencia, y en el que, como creo nos pasó a todos en marzo de 2020, pedía que nos encerráramos en casa, llevado por el miedo que me daba el desconocimiento y el tener a mi familia a cientos de kilómetros de distancia.

Durante meses transigimos y aceptamos medidas draconianas que no se habían aplicado ni en tiempos de guerra. Señalamos a niños en el parque porque no estaban en su casa después del toque de queda; denunciamos a vecinos que tomaban el sol, completamente solos, en la azotea; miramos mal a esa señora de ochenta años con problemas respiratorios que llevaba la mascarilla mal colocada en el supermercado… Con cada ejemplo que pongo, más me hierve la sangre.

Permitimos que la alerta sanitaria, esa que permitía a nuestro Gobierno hacer y deshacer a su antojo, estuviera activa hasta hace apenas unos meses, con una espada de Damocles sobre nuestras cabezas que podía caer si la incidencia (qué palabra tan horrible) de Covid, o ahora gripe, o dentro de unos años quién sabe si gastroenteritis, subía. Nos podían volver a encerrar, o prohibirnos viajar, como hicieron, en nombre de la salud y de una enfermedad que con el tiempo se demostró no era tan grave y que en muchas ocasiones era peor el remedio (efectos secundarios de vacunas no probadas, intubaciones que derivaban en secuelas irreversibles…) que la enfermedad.

Lo peor de todo esto es que se está autocumpliendo, conmigo y con mucha más gente, la fábula de Pedro y el Lobo. Están asustando tanto a la ciudadanía que, cuando llegue algo grave de verdad, nos van a pillar con la guardia baja. Por supuesto que el clima está cambiando. Hace años que no veo nevar como lo hacía cuando era un crío, y me he comido tres años de sequía en Cataluña. Pero, ¿de verdad es culpa nuestra y no de periodos cíclicos? Hace apenas unas décadas la previsión era que se acercaba una nueva glaciación.

Tampoco tengo dudas de lo grave que fue la crisis del Covid-19. El mundo no dejó de girar por gusto, y tengo ejemplos cercanos de que esa enfermedad desconocida arreció con una fuerza que nadie se esperaba, sobre todo en los centros sanitarios. Eso sí, la «broma» duró tres meses. Todo lo que vino después fueron medidas de control puras y duras, de autoritarismo del bueno.

Ahora la nueva corriente es el regreso al belicismo, a una segunda Guerra Fría. O algo así, porque desde hace lustros parece que estamos siempre al borde de la III Guerra Mundial. Primero fue un inminente ataque nuclear de Corea del Norte contra sus vecinos del sur. Recuerdo despertarme, hace ya más de quince años, de madrugada para poner la CNN y ver si ya se había producido el ataque. Luego llegó la invasión rusa de Ucrania, ahora el recrudecimiento del conflicto palestino israelí… El miedo es un alimento que nos gusta y saben (otra vez esta palabra) que los consumimos con un apetito voraz.

Conecto, para terminar, con esa conversación de networking que me ha traído hasta aquú y de la que me quedo con un «chiste» que, desgraciadamente, no es tal: «¿Sabes cuál es la diferencia entre una teoría de la conspiración y hechos probados? – Dos años».

- Publicidad -
- Publicidad -

ÚLTIMAS NOTICIAS

- Publicidad -

Todo sobre la programación de Halloween 2024 en Móstoles: Pasajes del terror y gincana

La ciudad de Móstoles se prepara para vivir una de las noches más terroríficas del año con...

El dúo PichiAvo presenta su primera antología el 25 de octubre en la librería GRANT

El reconocido dúo artístico valenciano PichiAvo, compuesto por Juan Antonio Sánchez (Pichi) y Álvaro Hernández (Avo), ha...

En fotos: Madrid «Corre por el Niño» para concienciar sobre la investigación pediátrica

Más de 8.000 personas, entre corredores, familias y aficionados, se dieron cita el pasado domingo para participar...

Las dos razones por las que Ayuso rechaza la ‘invitación’ de Sánchez a Moncloa

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido no acudir a la reunión...

Más de 1.100 universitarios se sumaron a la donación de médula en 2023: ¿te apuntas este año?

El Tour Médula Universidad, una iniciativa que recorrerá los campus universitarios de la Comunidad de Madrid, ha...

Descubren cepas de uva Hebén en Madrid, una variedad centenaria que se creía extinta

La Comunidad de Madrid ha logrado un importante descubrimiento en el ámbito vitivinícola al encontrar cepas de...