Madrid es una región que apuesta por el turismo, un enclave alegre y despierto a todas horas. Su capital, que ha obtenido fama por mezclar gente de todo tipo y de cualquier procedencia, destaca por sus conocidos museos, sus animadas avenidas con todo tipo de tiendas, su gastronomía con cocinas de todo el mundo, y su vida nocturna imparable. Pero en las Villas, pueblos y ciudades de la región se respiran momentos mágicos e inolvidables.
En este reportaje te invitamos a descubrir los pueblos de la Comunidad de Madrid a través de sus plazas mayores. Te invitamos a visitar nuestras ciudades y pueblos, a descubrir, desde sus plazas mayores, sus gentes, costumbres, afanes, monumentos y rincones inexplorados. Para que participes en sus celebraciones y ferias y disfrutes de la calma, la belleza y el encanto de su entorno natural.
La Plaza Mayor de Alcalá de Henares
La Plaza Mayor de Alcalá de Henares, situada en el corazón del casco histórico de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, es uno de los lugares más emblemáticos y llenos de historia de la Comunidad de Madrid. Este espacio, de origen medieval, se destaca por ser una de las pocas plazas mayores en España que ha mantenido su estructura rectangular, conservando su función como centro de la vida social y comercial desde sus inicios.
Durante siglos, ha sido el escenario de mercados, celebraciones populares y eventos religiosos, lo que le otorga un carácter vibrante y auténtico. Además, la plaza es conocida por su cuidada arquitectura, con soportales que rodean la zona y edificios históricos como la Casa Consistorial. En el centro de la plaza, se alza una estatua de Miguel de Cervantes, recordando el vínculo inquebrantable de la ciudad con el famoso autor de Don Quijote.
Una de las curiosidades más interesantes de la Plaza Mayor de Alcalá de Henares es que, durante la Guerra de la Independencia, el espacio sirvió como cuartel general para las tropas francesas. A pesar de los daños sufridos, la plaza fue reconstruida respetando su diseño original. Otra anécdota destacable es que esta plaza ha sido testigo de la evolución urbana de Alcalá, desde su origen como mercado medieval hasta convertirse en el epicentro cultural que es hoy en día. Cada año, durante la Semana Cervantina en octubre, la plaza cobra vida con mercados medievales, representaciones teatrales y actividades que rinden homenaje a la figura de Cervantes, atrayendo a turistas y locales por igual.
Colmenar de Oreja
La Plaza Mayor de Colmenar de Oreja es uno de los tesoros arquitectónicos y culturales más emblemáticos de la Comunidad de Madrid. Construida entre los siglos XVII y XVIII, la plaza se caracteriza por su diseño rectangular y porticado, con columnas de piedra que sostienen los edificios que la rodean. Este espacio fue concebido no solo como centro social, sino también como un lugar para la celebración de corridas de toros, una tradición que se mantiene hasta la actualidad durante las festividades patronales. La plaza también destaca por su desnivel, lo que añade un encanto único al conjunto arquitectónico y permite disfrutar de unas vistas impresionantes de la iglesia de Santa María la Mayor y del entorno histórico de la ciudad.
Una de las curiosidades más interesantes es que la Plaza Mayor de Colmenar de Oreja fue, durante siglos, el epicentro de la vida comunitaria y económica, albergando tanto mercados como eventos sociales. Además, en su subsuelo existen galerías y bodegas, que antiguamente eran utilizadas para almacenar vino, un producto fundamental en la economía local. Estas bodegas subterráneas, junto con el entorno histórico que la rodea, convierten a la Plaza Mayor en un lugar de gran interés turístico, atrayendo a visitantes que buscan conocer la rica historia de la región y disfrutar de su patrimonio cultural. Durante las festividades locales, como las Fiestas de la Virgen de la Soledad, la plaza cobra vida con actividades tradicionales, destacando su importancia como centro neurálgico de Colmenar de Oreja.
Chinchón
Continuando nuestro viaje por las plazas mayores de la Comunidad de Madrid, llegamos a la de Chinchón, uno de los enclaves históricos más pintorescos y reconocidos de la Comunidad de Madrid, con una rica historia que se remonta al siglo XV. Su forma irregular y estructura de casas con balcones de madera verde, conocidos como «claros», le otorgan un encanto único. Este espacio ha servido como escenario para todo tipo de eventos, desde corridas de toros y festivales hasta mercados y producciones cinematográficas. De hecho, la Plaza Mayor ha sido protagonista en numerosas películas y series, gracias a su apariencia auténticamente castiza y su atmósfera de otro tiempo. Uno de los datos más curiosos es que, en ocasiones especiales, la plaza se convierte en una plaza de toros, utilizando sus balcones como palcos para los espectadores.
Otra curiosidad fascinante es que la Plaza Mayor de Chinchón ha sido testigo de la visita de personajes ilustres a lo largo de su historia, incluyendo a reyes y artistas. Durante la Guerra de Sucesión Española en el siglo XVIII, Felipe V otorgó a la villa el título de «Muy Noble y Muy Leal» por su apoyo en el conflicto. Además, la plaza ha sido utilizada como set para rodajes de películas de grandes directores, debido a su estética singular y su capacidad para transportar al espectador a diferentes épocas. Actualmente, la Plaza Mayor sigue siendo el corazón de Chinchón, atrayendo a turistas que desean experimentar la historia viva del lugar y disfrutar de la gastronomía local en sus restaurantes y bares, muchos de los cuales conservan el estilo tradicional de la villa.
La plaza mayor de Madrid
Dejando el mundo rural y acercándonos a nuestra cosmopolita capital, alcanzamos la Plaza Mayor de Madrid, una de las más emblemáticas de España. Tiene una historia rica y llena de curiosidades. Inaugurada en 1620 bajo el reinado de Felipe III, cuyo imponente estatua ecuestre preside el centro de la plaza, fue concebida como un gran espacio para celebrar eventos públicos como mercados, corridas de toros, y autos de fe. La plaza ha sido escenario de momentos clave en la historia de la ciudad, incluidos ajusticiamientos durante la Inquisición y celebraciones religiosas. Durante siglos, la Plaza Mayor ha sido un reflejo de la vida madrileña, desde el bullicio de sus mercados hasta las festividades que llenan sus rincones de música y color.
Una de las curiosidades más interesantes de la Plaza Mayor es la transformación que ha sufrido a lo largo del tiempo. Originalmente, era una plaza abierta al estilo medieval, pero fue devastada por tres grandes incendios en los siglos XVII y XVIII. Tras estos desastres, fue reconstruida por el arquitecto Juan de Villanueva, quien le dio su aspecto actual con sus edificios de ladrillo rojo y tejados de pizarra. Otra curiosidad es que la plaza cuenta con nueve entradas y está rodeada por 237 balcones, desde donde la aristocracia madrileña presenciaba los eventos que allí se celebraban. Hoy en día, la Plaza Mayor sigue siendo un punto de encuentro para turistas y locales, que disfrutan de su ambiente histórico mientras degustan la gastronomía madrileña en sus famosos restaurantes y terrazas.
Navalcarnero
Otra parada obligatoria en nuestro recorrido es Navalcarnero. Su Plaza Mayor es un tesoro histórico y arquitectónico que refleja el encanto castellano. Construida en el siglo XVII, esta plaza ha sido testigo de numerosos eventos importantes, incluidos mercados, celebraciones religiosas y acontecimientos políticos. Su diseño irregular, con soportales y balcones de madera, le otorga un carácter pintoresco y único en comparación con otras plazas mayores de la Comunidad de Madrid. Además, está flanqueada por edificios de estilo tradicional, que en su mayoría aún conservan su estructura original, lo que la convierte en un lugar ideal para sumergirse en la historia y cultura de Navalcarnero.
Una de las curiosidades más interesantes de la Plaza Mayor de Navalcarnero es que fue escenario del matrimonio secreto entre el rey Felipe IV y Mariana de Austria en 1649, un evento que aumentó la notoriedad del municipio. A lo largo de los años, la plaza ha mantenido su esencia histórica, y en la actualidad es el epicentro de las fiestas locales, como las celebraciones en honor a la Virgen de la Concepción. Para los visitantes, la plaza no solo ofrece un viaje al pasado, sino también una oportunidad para disfrutar de la gastronomía local en los restaurantes que la rodean, así como de su mercado semanal, donde se pueden adquirir productos tradicionales de la región.
Torrelaguna
Por su parte, la Sierra Norte nos ofrece también otros enclaves fascinantes. La Plaza Mayor de Torrelaguna, situada en el corazón de este pintoresco municipio madrileño, es un reflejo de su rica historia medieval. Flanqueada por edificios de gran valor arquitectónico, la plaza ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos. Uno de sus principales atractivos es la imponente Iglesia de Santa María Magdalena, de estilo gótico, que domina el espacio con su majestuosa presencia. Construida entre los siglos XV y XVI, la iglesia es un ejemplo excepcional del gótico madrileño y alberga valiosas obras de arte en su interior. La plaza, con su característica forma rectangular y rodeada de edificios porticados, es también el punto de partida para explorar el casco antiguo de Torrelaguna, declarado Bien de Interés Cultural.
Entre las curiosidades más interesantes de la Plaza Mayor de Torrelaguna destaca su conexión con el Cardenal Cisneros, uno de los personajes más ilustres de la historia de España, que nació en esta localidad en 1436. Además de su relevancia histórica, la plaza sigue siendo el epicentro de la vida social y cultural de Torrelaguna, albergando mercados, eventos culturales y las festividades más importantes del municipio, como las celebraciones en honor a San Isidro Labrador. Para los visitantes, la Plaza Mayor no solo ofrece un viaje al pasado, sino también una experiencia auténtica de la vida en un pueblo con un profundo legado histórico.
Fotografía de portada / Plaza Mayor de Navalcarnero