La llegada del verano supone, en general, una menor demanda de los servicios públicos y, por ello, Metro de Madrid ha aprovechado para poner en marcha una transformación significativa que promete mejorar tanto la seguridad como la accesibilidad de sus usuarios.
Así, esta temporada estival marca el inicio de importantes proyectos en la red, destacando la automatización de la línea 6 y la modernización de la estación de Avenida de América.
Automatización de la Línea 6
La Comunidad de Madrid ha aprobado una inversión de 100,7 millones de euros para instalar puertas de andén en todas las estaciones de la línea 6, la más concurrida del suburbano con más de 90 millones de desplazamientos en solo seis meses. Este proyecto, que convertirá a la L6 en la primera línea automatizada del Metro, abarca la intervención en 70 andenes a lo largo de 6,4 kilómetros.
Las nuevas puertas, transparentes para mantener la visibilidad y la sensación de amplitud, separarán el espacio de espera de los viajeros de la zona de circulación de los trenes, mejorando la seguridad y el orden en el acceso a los convoyes. Además, la automatización permitirá una mayor regularidad en el servicio, con trenes circulando cada dos minutos, y reducirá los retrasos, mejorando la eficiencia del transporte.
El sistema contará también con pantallas LED integradas que ofrecerán información útil a los pasajeros, desde el tiempo de espera hasta planos y avisos de incidencias. Las obras comenzarán en junio, junto con la renovación integral de la vía, y forman parte de un plan más amplio orientado a modernizar y hacer más accesible el Metro de Madrid.
Mejora de la accesibilidad en Avenida de América
Simultáneamente, la estación de Avenida de América, uno de los principales puntos de tránsito del transporte público regional, también está siendo renovada con un enfoque en la accesibilidad. La Comunidad de Madrid está invirtiendo 57 millones de euros en la instalación de 10 nuevos ascensores que facilitarán el acceso a las cuatro líneas que confluyen en esta estación (L4, L6, L7 y L9).
A partir de 2026, los usuarios podrán acceder directamente desde la calle María de Molina a través de dos de estos nuevos elevadores, conectando con todas las líneas del suburbano. Además, se prevé la apertura de los pasillos de acceso a las líneas 6 y 7 en septiembre, y del andén central de la L7 en octubre, todos parte de un recorrido 100% accesible para los más de 40.000 viajeros diarios de esta estación.
Estas obras también incluyen mejoras en la impermeabilización, drenaje y saneamiento de la infraestructura, utilizando materiales más resistentes y eficientes. Este proyecto forma parte de un esfuerzo mayor para aumentar la accesibilidad en toda la red de Metro, que actualmente cuenta con más de 550 ascensores y donde el 70% de las estaciones ya son accesibles para personas con movilidad reducida.