Con el calor abrazando Madrid, mientras la ciudad late con el bullicio propio de la época estival, madrileños y visitantes buscan lugares para darse un respiro y refrescarse. En esos momentos, las fuentes de agua para beber se presentan como pequeños oasis que permiten una tregua de las altas temperaturas e hidratarse para continuar disfrutando de la capital.

Las fuentes representan un compromiso con el bienestar de la ciudadanía y, por esta razón, el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, sigue aumentando su número. Como parte del esfuerzo de mejora, la capital tendrá 60 nuevas instalaciones de este tipo en 16 distritos, que se unirán a las casi 2.200 fuentes que existen en la ciudad.

Además de proporcionar un alivio frente al calor, las fuentes también tienen un beneficio importante para el medio ambiente, ya que reducen el uso de botellas de plástico, disminuyendo con ello la contaminación que produce su fabricación y transporte.

Una selección de las ubicaciones participativa

Para la elección de las localizaciones de las fuentes, ha sido fundamental la opinión de los ciudadanos de Madrid, ya que se han tenido en cuenta las peticiones tanto de las juntas municipales de distrito como de los propios vecinos. Por esta razón, se ubicarán en diferentes puntos de la ciudad, optando por parques infantiles, instalaciones deportivas básicas y zonas verdes municipales que no contaban con este elemento en sus inmediaciones y están situadas en lugares transitados y, por tanto, al alcance de un elevado número de personas.

Las 60 nuevas fuentes se distribuirán por 16 distritos de la siguiente forma: Fuencarral-El Pardo, nueve; Vicálvaro, siete; Puente de Vallecas, siete; Arganzuela, cinco; Latina, cinco; Villa de Vallecas, cinco; Carabanchel, cuatro; Usera, tres; Ciudad Lineal, tres; Villaverde, tres; Tetuán, dos; Moncloa-Aravaca, dos; Chamartín, dos; Hortaleza, una; San Blas-Canillejas, una; y Barajas, una.

Más accesibles y también pensadas para mascotas

Las nuevas fuentes serán de tres tipos diferentes: el modelo Metrópolis, para personas; el Estela Mixta Canina, para personas y mascotas; y el Accesible, de granito, que cuenta con dos espacios para beber a diferentes alturas para hacer más fácil su uso. Todos ellos llevarán plataformas accesibles para personas con dificultades de movilidad.

La instalación de estas fuentes, que comenzó en mayo y tiene prevista una duración de ocho meses con una inversión de 368.000 euros, se alinea con la estrategia municipal de preservación y mejora de las zonas verdes que comenzó en 2019 y que cuenta con una inversión próxima a los 101 millones de euros distribuidos en 113 proyectos, 87 de los cuales ya han sido completados.

Una aplicación para saber dónde hay una fuente cerca de ti

Cuando necesitemos encontrar una fuente para calmar la sed, podemos utilizar la aplicación Madrid Móvil —disponible para iPhone y Android—, para localizar la más cercana y el recorrido para llegar a ella, además de si está en servicio y una pequeña reseña histórica si forma parte del patrimonio histórico. También se pueden consultar datos de las fuentes a través del Portal de Datos Abiertos del Ayuntamiento, actualizados diariamente desde la aplicación Mint (Madrid Inteligente).

Del total de las fuentes de agua para beber que hay en la ciudad de Madrid, a las que se añadirán estas 60 nuevas, actualmente se encuentra en servicio el 96,4%. En el 3,6 % restante, se están realizando trabajos de reparación o mantenimiento.

Para su óptimo funcionamiento, las fuentes son revisadas mensualmente y se llevan a cabo labores de limpieza, desinfección, comprobación del sistema hidráulico, del desagüe y de todos los elementos que las componen. También se realizan trabajos de acondicionamiento en aquellas que presenten problemas de acometida de agua potable o de adaptación a la normativa de accesibilidad. Además, a través de Avisos Madrid, los ciudadanos pueden comunicar cualquier incidencia sobre averías o desperfectos que observen en ellas.

Las fuentes, historia viva de Madrid

Las fuentes, a lo largo de la historia, han sido enclaves esenciales para la vida de las poblaciones. En sus inicios, se utilizaban solo las fuentes naturales, pero con el tiempo, se empezaron a construir fuentes artificiales en pueblos y ciudades, que, además de ofrecer agua, fueron también lugares para socializar. Por ello, la importancia de las fuentes también se arraiga en la historia de Madrid, ya que han sido fundamentales en el desarrollo de la capital.

Una de las fuentes más antiguas de Madrid es la Fuentecilla del Leal, ubicada en la calle de Toledo, en el distrito de Centro, que fue concebida desde su construcción como monumento conmemorativo de la restitución del rey Fernando VII, tras la invasión francesa de las tropas de Napoleón. Entró en funcionamiento en 1815.

En el número 1 de la calle de San Justo nos encontramos con la Fuente de Puerta Cerrada, que data de 1850 y es obra del arquitecto Martín López Aguado, aunque según el escritor y periodista Mesonero Romanos es de 1859. En este lugar se hallaba la Puerta de la Culebra en la antigua muralla de Madrid, después llamada Puerta Cerrada por haber estado tapiada largo tiempo, dada la peligrosidad del lugar con continuos asaltos nocturnos.

La calle de Mesón de Paredes, en el número 48, acoge la Fuente de Cabestreros, que originalmente se surtía del viaje de agua del Abroñigal Bajo, uno de los cinco principales que daban servicio a Madrid hasta mediados del siglo XIX. Durante la Segunda República, esta fuente fue conectada a la red del Canal de Isabel II, que acabaría por sustituir completamente a los antiguos viajes. Fue inaugurada en 1934 en su configuración actual.

Estos ejemplos nos muestran que, además de proporcionar agua potable, las fuentes también han sido y seguirán siendo testigos de la evolución urbana, social y cultural de la capital. Con estas 60 nuevas fuentes, la villa sigue dando pasos para ser una ciudad más accesible y comprometida con el bienestar de todos. Gota a gota, Madrid crece hacia un futuro más sostenible.