Cada día de sol y buen tiempo es, a su vez, una jornada más en la que las reservas hídricas de la región se resienten. Lo cierto es que los episodios de sequía o calor extremo en la Comunidad de Madrid son cada vez más frecuentes y es en momentos como estos en los que debemos darnos cuenta de la importancia de contar con una entidad pública como lo es el Canal de Isabel II, encargada de la gestión del agua nuestro territorio.
Ésta fue creada en 1851 por la reina Isabel II, de ahí su nombre, con el objetivo de solucionar los problemas de abastecimiento de agua potable en la ciudad de Madrid, que sufría graves epidemias de cólera y tifus debido a la falta de agua limpia. Desde el principio, el ente se dedicó a la construcción de infraestructuras para el suministro de agua, como embalses, presas o conducciones.
También se encargó de la creación de una red de alcantarillado para la evacuación de aguas residuales, además de ser el artífice de uno de los proyectos más importantes de la historia de la región, el embalse de El Atazar, que es el más grande de la Comunidad de Madrid y uno de los mayores de España.
Además de este, gestiona otros embalses fundamentales para el abastecimiento de los madrileños como Santillana, Puentes Viejas o El Villar, y tiene activas varias plantas de tratamiento de agua, que se encargan de depurar y potabilizar el agua que se suministra a los hogares y empresas de la región.
Todo ello complementado con los numerosos e imprescindibles depósitos distribuidos por toda la Comunidad, que permiten almacenar y distribuir el agua a los distintos barrios y municipios, además de los canales y acueductos históricos, algunos de los cuales datan del siglo XIX, que se encargan de transportar el agua desde los embalses hasta las plantas de tratamiento y los depósitos.
Más allá de Madrid
A partir de 1984, el Canal de Isabel II pasa a depender de la Comunidad de Madrid y ya no solo se encarga del abastecimiento sino de la depuración de las aguas residuales y la mejora y la conservación de los ríos. Durante los años de la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, entre 1995 y 2003, el marco de actuación del Canal de Isabel II comienza a expandirse, convirtiéndose en adjudicataria, por ejemplo, del Servicio de Aguas de la Ciudad de Cáceres.
En 2003, con la llegada de Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad de Madrid, la empresa comienza a hacer negocios en el exterior a través del Grupo Canal, de la que Canal de Isabel II es la sociedad matriz, prestando servicio a 9,73 millones de habitantes, 3,10 millones de ellos en Latinoamérica. En aquellos momentos, Ignacio González compaginaba la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid con la presidencia del Canal de Isabel II.
En 2012 tuvo lugar el proceso de privatización de parte del Canal, creándose la sociedad anónima Canal de Isabel II Gestión, con el ente publico Canal de Isabel II como regulador. En noviembre de 2016, la sociedad anónima cambió de nuevo su marca comercial y volvió a llamarse Canal de Isabel II, conservándose también durante la celebración del 170 aniversario en 2021.
Hoy, Canal de Isabel II abastece a más de 6,8 millones de habitantes en toda la Comunidad de Madrid, y para ello opera con 34 depósitos reguladores de gran tamaño y casi 300 de menor capacidad, así como 13 presas, 14 estaciones de tratamiento de agua potable y más de 17.000 kilómetros de redes de distribución.
Asimismo, a lo largo de todo el ciclo del agua, obtiene energía eléctrica gracias a instalaciones que en 2020 le permitieron generar hasta el 74 por ciento de su consumo. Por otro lado, la empresa da empleo a más de 2.500 trabajadores en la Comunidad de Madrid y cuenta con 33 grandes depósitos y 288 de menor tamaño, así como con 141 estaciones de bombeo de agua potable que permiten el abastecimiento a las zonas más altas de la Comunidad.
En la actualidad, la red de distribución está formada por más de 17.366 kilómetros de conducciones… y sumando.