La ya de por sí extensa oferta hotelera de Madrid se ampliará en unos meses tras la aprobación por parte del Ayuntamiento de la capital de un plan especial urbanístico para convertir un edificio en desuso en un nuevo servicio hotelero, de restauración y reuniones en el centro de Madrid, específicamente en la calle de Alcalá, en el distrito de Centro. Este edificio de 13 plantas, que actualmente alberga oficinas y locales comerciales, se someterá a una transformación que respetará su valor arquitectónico y patrimonial.
El proceso de reconversión afecta a este inmueble ubicado en la calle de Alcalá, 21, con una superficie construida de 11.570 m2 en un terreno de 971 m2. Clasificado como residencial y protegido por diversas normativas de patrimonio, se encuentra en el centro histórico de Madrid, con un nivel de protección grado 1 nivel 2. Este nivel requiere la preservación de elementos como la fachada, el portal y la escalera común central.
Además, el edificio está dentro del ‘Conjunto Histórico Recinto de la Villa de Madrid’, en la ‘Zona de Amortiguamiento del Paisaje de la Luz’, y en la ‘Zona de Protección Arqueológica Recinto Histórico de Madrid’, rodeado de monumentos de interés cultural.
De oficinas a un centro neurálgico del ocio madrileño
La intervención incluirá la transformación de las oficinas en servicios de hospedería, un restaurante en la primera planta y una sala de reuniones en la segunda. Asimismo se buscará mejorar la accesibilidad y sostenibilidad del inmueble, además de dinamizar la actividad económica en el centro histórico y ampliar la oferta hotelera.
El plan especial contempla la restauración de los elementos protegidos y la instalación de nuevas máquinas de climatización en el interior del edificio para eliminar el impacto visual en la cubierta. También se prevé la instalación de un ascensor accesible y se mantendrá la entrada actual.
El proyecto ha recibido informes favorables de las autoridades competentes en protección del patrimonio histórico, tanto del Ayuntamiento de Madrid como de la Comunidad de Madrid. Estos informes respaldan la compatibilidad del nuevo uso con la conservación de los elementos arquitectónicos y patrimoniales del edificio.